A raiz de la llegada del señor D. Alberto Ruiz Gallardón, Albertito para los amigos y torito para Esperanza Aguirre, al Ministerio de Justicia, éste ha cobrado el protagonismo que quizás otros ministerios deberían haber tomado en su lugar, pero que de una forma u otra pone de manifiesto que estos conservadores van a ser bastante renovadores.
Uno de los aspectos que precisamente han puesto en el candelero al Ministerio de la señora con la balanza ha sido la decisión por parte del nuevo propietario de la cartera de Justicia de que los notarios extiendan su función de fedatarios públicos a los asuntos del querer. O del no seguir queriendo. Y es que próximamente estarán habilitados para dar fe de que Pepito y Pepita se quieren y podrá casarlos, y a los años, si a Pepita le dejan de gustar los pies de Pepito o a Pepito ya no le gustan las orejas de Pepita, podrá restituirles su condición de solter@. Se ve que a este gremio también ha llegado la crisis, y lo de leer rápido unos papeles y cobrar a 15 céntimos la fotocopia ya no es tan buen negocio y han buscado en la casamentaría una nueva fuente de ingresos.
Esta semana yo he ido al notario. Pero al fedatario al que yo he ido no tiene nada que ver con un señor con el pelo lleno de gel extrafuerte efecto mojado, alias gomina, jardinero y dominicana en casa, BMW Z3 y todoterreno Range Rover, y señora prestidigitadora en el manejo de la baraja crediticia de plástico que lleva en la cartera. Mis fedatarios son deportivos.
Esta semana ha tocado testar la evolución en el rendimiento que llevo de cara a la primera cita de la temporada. Dos test de natación, uno de carrera y otro de bicicleta han sido los puntos fundamentales de estos siete dias. Ayer tocaba el de carrera. Unos simpáticos miles con un minuto de descanso entre ellos donde me exprimí más que la cartera de cualquier persona a partir del dia veinte de cada mes. La verdad es que el notario de la carrera a pie mostró unos buenos resultados, donde se ve que la progresión está siendo la adecuada. El resto de los segmentos también demuestra que el camino es el correcto. Sin embargo, será el dia 15 de Abril en Marbella donde el verdadero notario, el ICAN, deba dar fe definitivamente de que el trabajo, efectivamente, ha estado bien hecho.
Esto de las bodas tiene cada vez menos glamour: de las iglesias a los ayuntamientos, luego a los juzgados, y ahora a un despacho con una mesa y varias sillas. Cada vez es más un contrato y menos un sentimiento.
ResponderEliminarSuerte para el ICAN, por allí nos veremos, aunque yo haga sólo el corto. Un abrazo.