TRIATLONREAL: TRABAJO, MUJER, HIJOS....

TRIATLONREAL: TRABAJO, MUJER, HIJOS....
10:50. FULL ICAN MALLORCA. TRABAJO DE EQUIPO.

jueves, 28 de junio de 2012

SERGIO RAMOS. SABER COMPETIR.

Mira que eché pestes el dia que el artista de Sergio Ramos mandó el balón al carajo el dia de las semifinales de Champions de este año. Y lo mandó al carajo porque lo tiró como un mal defensa de segunda B. No supo competir en ese momento. Le pudo la situación y tiró por la calle de enmedio. La piñata la partió, y ¡¡hala!!, caramelos para todo el mundo, para los del Bayern los mejores. Pero bueno, como se suele decir, y es verdad, hay que estar ahí para lanzarlo.

Mucho he hablado con vosotros de lo que es saber o no saber competir. En los comentarios que hice tras el ICAN reflejé incluso mi admiración hacia Alvaro y Rubio por su valentía a la hora de afrontar el dia clave. A ellos por supuesto les tendría que añadir a muchos de vosotros como Sergio, David, Alberto.... gente que siempre da el 110% y son más fiables que un Volvo, acordaos del slogan que decía "respuesta segura".

El destino es siempre, no a veces, muy caprichoso, y quiso que ayer, el bravo de Camas, tuviese la oportunidad de redimirse de aquel error, pero además a lo grande. Y lo hizo. Aprovechó su oportunidad. Supo competir. No se si tiene mucho que ver con el triatlón, pero bueno, ahí os dejo esto.

miércoles, 27 de junio de 2012

Adiós primavera, adiós.

Se fue la primavera. La que la sangre altera. Esa, esa. La loca de dieciocho años recien cumplidos que le pone al calendario minifalda, escote, y alarga los dias a costa de las noches como escusa para el disloque nocturno, la fiesta..... el mamoneo en general, ya sabeis. Se fue y se llevó la astenia, los picores, el polen, el moquillazo, los ojos rojos, al menos los debidos a las alergias porque los debidos al tinto con limón son ahora cuando aparecen, pero esos no pican. Se marchó y hasta dentro de algo menos de 300 dias no volverá. Adios, chochete, adios.

Y llegó el verano. Hace algo menos de tres dias. El estio, es un tio. La misma palabra lo dice. Un veinteañero pletórico de energía. Un machote, vamos. Chicarrón del norte a sus órdenes. Con tiempo y ganas para todo. Con empuje, con fuerza, vigoroso.... joder, parezco José Luis Moreno: "con empuje, con fuerza, vigoroso.... ¡¡¡Uhh, uhh!!!". En fin, que llega el tiempo de los largos entrenos a las 7:00, con la fresquita, y por la tarde, también con la misma acompañante. El tiempo de nadar en el mar y correr por la arena de la playa..... o la del picadero de Chapín, ¿eh, Rubio?. Lo único malo es la hora. Las diez de la noche son las diez de la tarde. Y eso es una (pasada-aa+ut)= putada. Pero bueno. Se ahorra energía eléctrica, aunque se derroche energía humana. Sencillo problema matemático, partiendo de la base de que la gente más o menos normal se acuesta de noche, por supuesto sin contar aquellos individuos que por motivos laborales ven alterado ese patrón general de sueño, si un sujeto se levanta a las 6:00 y se acuesta a las 22:00 duerme 8 horas, perfecto. Pero si se acuesta a las 24:00 y se levanta a las 6:00..... pasa lo que pasa. Y así no hay Dios que tire.

Bueno, queda claro que me alegro de que la spring haya dado un sprint al baúl de las estaciones, y de que por otro lado el summer haya hecho acto de presencia. Y para muestra un botón. Esta semana, por fin, después de un mes de Junio para echárselo a los leones..... buenos, ni ellos le hincarían el diente, se puede decir que he vuelto a entrenar medio en condiciones, y eso que la carrera a pie aun la estoy haciendo de modo simbólico esperando que el milagro de Fátima se obre de nuevo y el isquiotibal, izquierdo ahora, vuelva a estar al 100%.... y por lo visto el nervio ciático deje de estar como Angela Merckel. Gordo no, sino irritado; que por lo visto también él tiene algo de culpa en mis perennes molestias isquiogluteras. Pero al menos el agua, la bici y las pesas han alcanzado el pleno en cuanto a cumplimiento del programa de entrenamientos..... que la verdad es que tampoco ha sido muy exigente, pero bueno, ahora se trata de hacer una "reentre" recuperando sensaciones que ya habrá tiempo de echar el hígado por la boca, ¿eh, Juan?.

Y esta vez quiero hacer hincapié en la salida en bici que me marqué el sábado. Sobre el papel eran unos 120 kms. de terreno no muy exigente, pero con una zona intermedia de toboganes que hacían que en total se ganasen unos 1300 metros de ascensión en ese centenar largo de kilómetros. Los deberes a realizar estaban claros. Los primeros 45 minutos eran de calentamiento. Poco a poco ir subiendo el ritmo hasta alcanzar las 135 ppm. Luego tenía que hacer la serie principal de 2:30:00 en lo que se llama Z2, entre 135-145 ppm, que viene a ser como el segundo escalón antes de que te pongas morado y te entren unas ganas terribles de tirar la bici a una acequia y llamar a un taxi para que camino de casa le llores al hombro al taxista diciéndole "...no pude hacer las dos últimas series, no pude.....". Luego vuelta a la calma que en este caso, y por haber alargado más de la cuenta, fueron 45:00 entre 125-135 ppm. He de decir que la salida estaba programada para unas 3 horas de bici, pero como me apetecia hacer esa ruta pues la hice, y punto. Cuando cuerpo y espíritu quieren, es que quieren. Ya está.

A las 6:50 estaba en la calle. La hora en que los basureros dan por limpia la ciudad y las farolas estiman que ya hay suficiente luz como para dejar de trabajar hasta la noche siguiente. La mañana, sencillamente espectacular. Soberbia. Para echarse a la calle y hacer cualquier cosa. Pero creo que ni un 5% de la gente estaría haciéndolo. La culpa es nuestra y de nuestros horarios. Las 10 de la noche no pueden convertirse en las 10 de la tarde. Eso no es normal. Lo del cambio horario no tiene ni pies ni cabeza. Lo normal sería funcionar de 6:00 a 14:00, que ojo, sin el cambio horario a las 6:00 sería de dia y uno se podría levantar sin esa sensación tan rara de saltar de la cama, mirar por la ventana, y ver que aun es de noche. Después comer, descansar, y volver a funcionar de 18:00 a 22:00. Ahí reposo y a las 23:00 al catre y hasta mañana. Pero que conste que el descansar después de la pitanza debe ser un siestorro de los de etapa del Tour de 215 kms. más plana que Esther Cañadas y con un sprint de esos limpios que gana Cavendish desde su casa. Pero no. Como aquí cambiamos la hora para ahorrar energía, pues uno se levanta por la mañana y parece mediodía, y se acuesta después de que la carroza de Cenicienta se haya vuelto a convertir en calabaza porque a las 22:00 todavía es por la tarde. En fin.... que la mañana la disfruté yo y pocos más.

De Jerez a Nueva Jarilla, luego Torremelgarejo y de ahí a Jédula. Giro a la derecha y a buscar la Junta de los Rios. Al llegar a la venta del mismo nombre giro a la izquierda, pero ojo, que a unos cien metros nos econtramos con una pequeña carretera justo enfrente de un puticlub de pueblo, un local con dos candiles rojos, cuatro macetas con una remolacaha cada una, y las gachís con más vello en lo bello que el Hombre de las Nieves en el témpano. Al final de esa carretera nos encontramos con una barriada rural, La Vega de los Molinos, donde 2 caballitos de hierro son un parque infantil, un kiosko un centro comercial, y un señor sentado en una silla a la puerta de un bar tiene el récord de peonadas cobradas del PER si haberse bajado de esa silla. En el cruce giramos a la diestra y buscamos San José del Valle. Al llegar a la localidad recientemente independiente de Jerez porque unos cuantos de allí pensaron que para qué iban a mangonear unos desde Jerez si ellos podían hacerlo incluso mejor desde allí, justo al pasar la venta Durán famosa por los guisos con carne de caza y unas teleras de pan que no os cuento giramos a la izquierda y recorremos toda la Avda. de la Independencia que cruza la localidad en su totalidad. Una vez salimos de San José seguimos por la misma carretera sin desviarnos. Tras un repecho de unos 2 kilómetros con un tramo inicial más pronunciado que la palabra crisis empezamos un tramo de continuos sube y baja curveados que van a llevarnos hasta el cruce de la venta la Liebre. Esta parte del recorrido se caracteriza por la cantidad de políticos que hay en el campo pastando pasto, y no pasta, que es con lo que les gusta a ellos pastar. Una vez en el cruce giraremos a la derecha buscando Paterna. Cuando lleguemos a la ciudad cuna del cantante flamenco "el perro de Paterna" seguimos hasta toparnos con la via principal del pueblo, si giramos a la izquierda saldremos dirección Medina, en nuestro caso tomamos la derecha, y a unos 50 metros otra vez a la izquierda para buscar la venta Andrés, y ya desde allí retornar a Jerez por la via de servicio que va paralela a la autovía de Los Barrios.

Desde la venta la liebre hasta Jerez me tocó levante, o bien racheado, o bien a favor, lo que hizo que en 3:45:00 estuviese en casa, unos 15 minutos antes de lo que había previsto. Recorrido muy bonito para hacer unas 4 horas de bici por sitios por los que normalmente no circulamos. Y lo mejor de todo fue sentir de nuevo buenas sensaciones en la bici y recuperar esas medias en torno a 31 -32. que durante el invierno había mantenido cuando me escapa en solitario a darme un vueltazo en Z2. Lo dicho, Adiós primavera puñetera.

jueves, 7 de junio de 2012

LA TRISUFRIDÍSIMA.

Ha nacido una estrella, y de la mano lleva un estrellado, al menos este año. En plena vorágine de pruebas y más pruebas a 120 euros para los primeros en inscribirse, inscripción ésta que debe cumplimentarse y por supuesto abonarse con más meses de antelación que los que dura un embarazo, aparece en el calendario un triatlón a 40 euros. Bueno, para ser justos no es un triatlón, y quizás eso fue lo que hizo que su número de participantes no fuese alto, pero para hacer honor a la verdad, por ese precio y con esas características, tal y como está el patio, solo le faltaba a la prueba un envoltorio con lazo y una tarjeta de felicitaciones. Osea, un regalo, obsequio, presente, premio, como querais llamarlo.

A priori iba a resultar duro, durillo, sería lo más correcto en función de las expectativas que me hacía acerca de la prueba. Un mini Titán, como decía alguno. Sin embargo resultó ser toda una encerrona. Una trampa mortal, al menos para el ego de algunos de los que allí estuvimos. Sobre el papel eran 57 kms. de bici desde Ronda hasta el pantano de Zahara donde debíamos subir Montejaque, que es algo así como La Arqueña con sobrepeso, pero ya está. Nadar 1000 metros en dicho embalse, que tampoco es para sentirse un David Meca. Montar de nuevo en la bicicleta tras el chapuzón y enfilar hacia Ronda esta vez subiendo el Puerto de Las Palomas, seguir hasta Grazalema, y tras subir Los Alamillos, que es como La Arqueña tras una dieta hipocalórica, girar a la izquierda para buscar Ronda definitivamente. Una vez en la ciudad del Tajo, no el rio sino el socabón serrano donde más gente ha dejado de pagar hipotecas porque sencillamente se han tirado al vacío y a un difunto queda muy feo mandarle la letra el dia 30 , debíamos cubrir 25 kms. a pie donde a priori la dificultad más grande la planteaban los 8 primeros kilómetros de ascenso hacia lo que llaman el vértice vertical o algo así, ya que sobre el papel el resto iba a ser llano.

Bueno, pues esto era el a priori. Todo muy objetivo. ¿De que color es el caballo blanco de Santiago?. Blanco. Punto. Se acabó. Sin embargo la realidad fue bien distinta, al menos para mi. Ya llevaba un par de semanas fallando en los entrenos más de la cuenta, por un lado debido a las molestias que desde el ICAN vengo arrastrando en el isquio derecho, y por otro lado porque en estas fechas el cuerpo se me pone como........ como una puta mierda, hablando claro. Me entre la desgana, la desmotivación, me vuelvo un flojo, y de todo pienso lo mismo: ¡¡¡¡¡A la mierda!!!!!, que diría D. Camilo José Cela. Hay dias, pero 3 de 5 es así, y así no, hijo no. Es curioso, porque pensaba en la prueba y me atraía mucho hacerla, aun sabiendo como sabía que me iba a pegar un palizón del 15, pero esa apetencia no se trasladaba en un plus de motivación para entrenar, para esforzarme, y eso no me gustaba, pero bueno, que iba a hacerle. Esto es como los toros, si sale malo mátalo rápido que se va a notar menos. Para colmo  de males, y nunca mejor dicho, dos dias antes de la prueba agarré un trancazo primaveral, yo lo llamo resfrialergia, y entre el hambre y las ganas de comer pues ya me direis. El jueves antes de la prueba tenía la napia como las cataratas del Niagara, y si no me soné 60 veces en un dia que me caiga redondo sobre el teclado iuafeeeeeeerg,leirg347i,  ostras, que cabezazo le he dado al teclado jajajaja. El viernes el torrente mucoso se redujo, pero el cuerpo se me puso que pensé que iba a ser el primer hombre de la historia en tener el periodo. Aun así, y como ya estaba todo organizado, planteado, ordenado, y todo lo que acabe en ado, pues decidí seguir adelante y tomarme la prueba con tranquilidad e ir viendo lo que el cuerpo fuese pidiendo.

A las 9:00 en punto del sábado comenzó la prueba. Tomamos la salida unos 600 participantes entre los cicloturistas de la prueba larga, unos 195 kms., los de la corta, unos 107 kms., los duatletas y los triatletas. Dadas las circunstancias me situé al final del pelotón, y según fuese viendo, ya iría pedaleando. El grupo empezó a estirarse, y estirarse, y estirarse. De pronto me sentí como Indurain..... pero Prudencio, el hermano del bueno, que no era malo, sino lento. Desde Arriate a Ronda la prueba tenía salida neutralizada. Unos 8 kilómetros que en teoría servírían para alcanzar posiciones punteras y que cuando la carrera se abriese poder pillar un buen pelotón cabecero que nos hiciese la carrera al menos hasta el pantano. Sin embargo el cuerpo me decía que tranquilo. Que hay más dias que ollas y que de sufrir en La Sufrida nasti de plasti. Ya con la carrera abierta y camino del pantano las sensaciones van mejorando y poco a poco voy alcanzando grupos a los que voy dejando atrás al ver que su ritmo era inferior al mio. Sin embargo, y a pesar de esa mejoría, no voy bien del todo. Mucho moco; el catarro se hace notar con el esfuerzo y veo que no voy muy fino.  Al llegar a las inmediaciones del embalse el cielo estaba encapotado y hacia hasta algo de fresquete. Incluso llegué a plantearme el nadar porque pensaba que salir mojado y tirar Palomas arriba iba a hacer que cogiera una pulmonía. Sin embargo, al llegar a la T1 veo a José Manuel y me animó a nadar y seguir al menos hasta la T2.

Natación sencilla. Un perico en una barca a unos 500 metros, bordearlo, y de vuelta. Por donde quieras, menos por la orilla, machote. Y así lo hice. Una semana antes había nadado en la piscina los 2000 en 31:30 con muy buenas sensaciones y de menos a más. Allí, como en toda la prueba, malas sensaciones, y de menos a menos aun. A pesar de ello salgo del agua bien, no sin dificultades ya que las gafas se habían empañado y  salí por encima de unas rocas, pero bien. Otra prueba superada.

José Manuel había nadado conmigo, y al salir del agua le pregunté que a que ritmo tenía previsto correr. El me dijo que en torno a 5:00 el kilómetro, cosa que vi factible para mi también, así que visto lo visto, y lo que veía venir, decidí buscar un aliado y le esperé mientras se paraba regar los alrededores. Fijaos como iba, que justo al pasar el puente que separa al embalse del aliviadero me fui a la cuneta. Solo. Yo solito. Me miré si llevaba el dorsal, no lo veía porque iba bajo el maillot, y cuando alcé la vista estaba cogiendo caracoles. Y me vio José Manuel. Y se rio. Y con razón. Ahí me di cuenta de la caraja que llevaba encima. El puerto lo subí mal. Peor que nunca. Con el 34 y el 27, y justito. De pena. En los cuatro últimos años nunca, pero ni en carrera ni entrenando he manejado esos desarrollos para subir ni El Boyar ni Las Palomas. Al menos casi desde el comienzo de puerto. Aun así, a mitad de la subida supero a Alba que incluso se me había escapado en las primeras rampas, y ya en sus tres cuartos me uno a Titanpuerto con el que haría casi todo el regreso a Ronda. A ambos se nos unió un tal Esteban, y un rato él y otro yo, fuimos tirando del trio hasta llegar al pie de la subida a Ronda, donde éste se puso a tirar llevándome tocado del ala pero al fin y al cabo llevándome, e incluso sacando de punto a Manolo. Al final conseguí aguantarle, y de Ronda a Arriate, que era en descenso, me puse a tirar yo aprovechando los ochentaymás. de bien nacidos es ser agradecidos.

En la T2 nuevas dudas acerca de si seguir o no. Y en esas que aparece Titanpuerto y me animo a seguir adelante. Y curiosamente aquí tuve las mejores sensaciones de todo el dia. Hacía calor. Eran algo más de la una de la tarde y salí del campo de fútbol de Arriate que era donde estaba ubicada la T2 con bastante optimismo. ¿A qué iba a arreglar todo el tinglado al final?. Así corrí al menos 2 kilómetros, hasta que el terreno se empezó a empinar. Vale. Cuesta arriba se anda rápido, y el resto a correr. Dicho y hecho. Hasta el kilómetro 7-8 que era ascensión adelanto a 4 o 5 corredores, y en el empinado descenso de ese vértice vertical adelanto a otros 2. La cosa marcha. Y ahora a llanear. A un ritmo algo más rápido a 5:00 voy por un camino en ligero descenso hasta que en el kilómetro 11 -12, justo después de haber pasado a otros 2 corredores el cuerpo me dijo se acabó. No eran las piernas que no podían más. Ni el cansancio propio de estas competiciones. Mi organismo se colapsó. Así de fácil. Como cuando en los dibujos animados el coche de Goofy se calienta y el tapón sale por los aires. Igual. Supe que no volvería a correr. Fijaos que al final de la prueba marqué 7:50, y durante el descenso empinado que antes os comenté recuerdo haber mirado el reloj y haber pensado en que bajar de 7 horas era más que factible. Calculo que eran las 14:30 más o menos, porque pensé, 15 kilómetros andando a 10 minutos el kilómetro, 2 horas y media..... Sobre las 17:00 en meta, osea 8 horas de prueba, y ahí, ahí que estuve. Poco más hay que contar. La cosa pudo incluso ser peor, porque en el kilómetro 16 - 17 la sensación de sopor hizo que incluso me marease un poco, teniendo incluso que caminar en plan paseo dominical durante un kilómetro hasta llegar a un avituallamiento donde me bañé literalmente. Poco a poco fui perdiendo posiciones hasta que en el kilómetro 23 Titanpuerto llegó a mi altura y firmamos la paz de Versales con un sincero "si tú andas, yo ando". Paseo de abuelos hasta el final charlando como dos viejos amigos y llegando a meta casi después de 8 horas de haber salido de Arriate.

Os digo una cosa, yo volveré. No se si el año que viene iré a Marbella, pero aquí seguro que vuelvo. Me encantan estas pruebas. Minimalistas. Los avituallamientos sencillos, un tenderete a base de palos y un trozo de tela con más boquetes que unas bragas de encaje, y para hidratarse un botijo con agua, otro con Coca-Cola y otro de isotónico. Y si no te gusta el búcaro, te rellenan las botellitas y a huir. Beber Coca-Cola en un búcaro, ¡¡¡Dios Mio!!!. ¡¡¡Que maravillosa profanación a la bebida refrescante más vendida en el mundo!!!. Kilómetros y kilómetros de prueba siguiendo un camino marcado por un trozo de plástico atado a una rama y ya está. La natación hasta el tio de la barca y vuélvete por donde puedas.... En fin, que a mi me gustó y que volveré si Dios quiere. Y desde aquí os invito a todos a que os animeis con esta prueba al más puro estilo far west que seguro, seguro, no os deja indiferentes.