TRIATLONREAL: TRABAJO, MUJER, HIJOS....

TRIATLONREAL: TRABAJO, MUJER, HIJOS....
10:50. FULL ICAN MALLORCA. TRABAJO DE EQUIPO.

lunes, 15 de julio de 2013

IRONMAN DE FRANKFURT 2013.

Ya ni me acordaba de que era el dueño de un blog. El dueño, el arrendatario, el administrador.... la verdad es que no se muy bien como demonios se dice, pero lo cierto es que tengo un pequeño sitio donde poder escribir las muchas sensaciones, pensamientos, vivencias, que una prueba tan especial como el Ironman de Frankfurt me ha hecho sentir. Algún año espero volver, porque si te gusta el triatlón tanto como para sufrir el IRONMAN, Frankfurt es un sitio al que hay que peregrinar cada cierto tiempo a renovar los votos. Esto es así, os lo aseguro.

De como se embarca uno en esta locura, de como se compromete uno consigo mismo para preparar una prueba de este calado, de todo ese proceso que lleva a un deportista popular a inscribirse en una de las carreras más duras del mundo se han escrito multitud de libros, y desde todos los puntos de vista. Factores psicológicos, deportivos, fórmulas para compaginar vida personal y vida deportiva, de como entrenar y no morir en el intento, prepararlo en poco tiempo, en mucho, sobre en que momento afrontarlo, si estás o no preparado.... Pero todo es más sencillo. El Ironman te llama. Y punto. Me llamó hace 2 años, y me volvió a llamar este año. Y cuando te llama, se acude. Es así de simple. A todos os llamó hace más o menos tiempo por primera vez. Os susurró que deberíais probarlo. Os sedujo para que lo intentaseis. Y le hicisteis caso. Todos probasteis el sprint. Todos os sentisteis un Ironman por primera vez al terminarlo. Todos vivisteis el vértigo de nadar por primera vez en grupo, la tensión de rodar en bicicleta al límite, la extenuación de correr vislumbrando el arco de meta. Tres bautismos en uno. Todos os acordais. El resto es subir escalones con la misma sensación de ingravidez que la primera vez. El primer olímpico, el primer medio Ironman..... Un dia sales con la bicicleta, o a correr, o a nadar, estás haciendo pesas, o viendo alguna revista sobre el tema, y piensas," yo podría hacer uno ", o, " yo podría hacer otro ", o, " yo..... ". Y ya está. Es así de simple.

A título personal esta vez el sacrificio ha sido mucho menor que la vez anterior. Esta segunda vez he comprendido mejor que hacer un Ironman es disfrutar del entrenamiento, haciendo sacrificios y ejercitando la fuerza de voluntad muchas veces, pero pensando siempre en el próximo entrenamiento como una diversión motivante, y no como un deber insalvable a cumplir pase lo que pase, y pese a quien le pese. En ningún momento he sentido cansancio psicológico, y ojo que esto es algo a lo que los novatos deberíais prestarle mucha atención, si físico, porque el entrenamiento en si es cansancio y recuperación, pero nunca llegué al hartazgo, y esa es quizás la clave para preparar una prueba como esta. Cada uno tiene una vida distinta a la del compañero, con sus propios horarios, sus circunstancias familiares, etc.... y que además cambian cada cierto tiempo porque la familia crece, los horarios del trabajo cambian, mil historias que nos afectan de forma distinta a cada uno. Lo importante es pensar en que hacerlo es posible, en disfrutar del proceso que te lleva a ello, y vivirlo como algo que dentro de unos años no podrás hacer, pero que recordarás siempre como si lo hubieses hecho el dia anterior.

No voy a decir en que consistió la preparación, ni os voy a meter ahora una de mesociclos, macrociclos.... ni nada por el estilo. No os voy a decir cuantas horas he nadado, pedaleado o corrido. No os voy a enumerar las sesiones de pesas que he realizado, ni el porcentaje sobre la fuerza máxima que.... bla, bla, bla. Simplemente voy a resumiros todo el proceso de 8 meses que en este caso considero ha sido la preparación de la prueba. Haré hincapié en algún punto que aunque parezca una nimiedad, a mi personalmente me ha parecido o me ha resultado relevante, y poco más. Luego os contaré que tal fue la prueba, que sensaciones y que conclusiones a nivel personal puedo sacar. Como lo viví. Que miedos, alegrías etc... sentí a lo largo de esas 10:31, y poco más. Espero que todo este mamotreto de letras suponga la llamada para alguno de los lo que lo leereis, y recordad que solo sabe si se puede el que lo intenta.

De Octubre a Diciembre los considero un descubrimiento. La lesión en el aquiles izquierdo a finales de Agosto hizo que todo el modus operandi de estos primeros meses girase en torno a la recuperación de esta lesión. En este punto seré un poco más detallista, el resto fue solo entrenar. En Octubre empecé a moverme. Sin correr porque aun recuperaba el aquiles izquierdo. Pesas, agua y mtb hasta Diciembre, y la carrera poco a poco, con elíptica al principio y cinta después. Hacía la carrera como calentamiento a las pesas y punto. El primer dia 5 minutos. Empiezas a 6 km/h andando un minuto, a 7 otro minuto, a 8 km/h, a 9 km/h, a 10 km/h y se acabó. El aquiles es muy cabrón. Hay que ir así. Una conquista de las antiguas, el polvo después de la boda. Muy progresivo. Como una telenovela sudamericana de las malas. ¿Las hay buenas?. Poquito a poquito. Para olvidarme de la carrera a pie y todo el rosario de medios maratones,carreras populares, etc... que brotan en Otoño como una Primavera del atletismo amateur de fondo en carretera, que es el nombre académico del "corredor popular", preparé La Sufrida por Andex, una prueba de 102 kms. de mtb poco técnica, y que me tendría embromado estos 2 meses de recuperación aquilea. Os parecerá una exageración lo de "olvidarme de las zancadas", pero mi vida deportiva se la debo a la unión marital del asfalto y unas Kayano , "hasta que la tendinitis los separe", y renunciar a la media de los Palacios, la carrera del Cuervo... es jodido. Afortunadamente hubo un punto de inflexión a mediados de Noviembre, y la recuperación prácticamente estaba hecha, por lo aun que tuve tiempo de correr la Popular de Jerez y la San Silvestre, ésta última a 4 min/km. Todo un logro para el escaso bagaje que hasta ese momento llevaba. Y casi sin darme cuenta me encontraba en el mes del turrón con una base de bicicleta que me permitía rodar 4 - 5 horas en la mtb con las pulsaciones que suelo llevar en los rodajes con la de carretera y la cabra. A estos 2 meses les doy una importancia capital. Básicamente centré el trabajo en 2-3 sesiones de pesas, 2 dias de bicicleta indoor y una salida larga el fin de semana con la mtb; rellené con agua, y ese poco de carrera que hacía antes de las pesas. A partir de Enero ya empecé con la disciplina típica del que prepara un Ironman en 24 - 30 semanas, y así hasta el 7 de Julio. Creo que esto va a ser algo que repita a partir de ahora. Descansar de correr sin dejar de hacerlo, y coger la base con paseos en mtb en Otoño para hacer la prueba solidaria que organizan Rujano y los suyos en Sevilla. Es una manera magnífica de hacer pretemporada sin gastar cartuchos.

Así llego a Frankfurt. Expectante en la natación, impaciente en la bicicleta, conservador en la carrera.

Partamos de la base de que la natación y yo tenemos una relación al estilo de la que tenían J.R. y Pamella en la serie Dallas. Yo soy un cabrón que la denosta, y ella, a poco que pueda, ¡¡¡zas!!, me la mete doblada. Pero en público, cuando hay un acontecimiento deportivo, ella se engalana de boyas, se muestra en todo su esplendor, en toda su inmensidad, yo me enfundo mi traje de etiqueta, mi yamamoto de sastrería, y a hacer el papelón lo mejor posible. Y que conste que lo de sastrería es casi literal, porque costurones y remiendos tiene más que los trajes de torear del Padilla. Consecuencias, la natación creo que ha sido deficitaria en calidad. Todo volumen sin series. Sesión que más veces he repetido, 1000 + 1000 con palas + 1000 con pull + 1000 con aletas. Lo más parecido a la calidad ha sido que el último mes intentaba hacer cada bloque de menos a más. Osea, una etiqueta de Chanel nº5 en un bote de zotal. Hombre, esto ha hecho que me saltase muchos menos entrenamientos de agua que otras veces, porque vislumbraba la natación como un entrenamiento de relajación, que no me exigía y me dejaba fresco para los otros dos segmentos, pero quizás un dia si que debería haber apretado las tuercas. Eso de que el segmento más débil es el que hay que potenciar más lo puedo hacer en pretemporada, si acaso en los primeros meses de entreno, pero cuando empieza lo bueno, perder una sesión de bici o carrera para echarme al agua en Enero, Febrero o Marzo, y encima pensar en 5x400..... puagggg!!!!. 

En la bicicleta no entraré en detalles. Muy bien. Y además me he quitado un peso de encima. Debido a mi trabajo, el entrenamiento que puedo realizar de lunes a viernes es de 6:30 a 8.30 a.m. La ventaja que tiene es que lo hago solo. A mi me gusta, me relaja, me prepara para el resto del dia. El inconveniente es que es indoor. Y en una bicicleta de spinning. No es el mejor entrenamiento, lo se, pero he comprobado que puede servirme, y con eso basta. Junto al descubrimiento de los meses de Noviembre y Diciembre antes mencionado, este ha sido el otro gran hallazgo de este año. El trabajo específico, de calidad, condensado no, hiperconsensado, por necesidades del guión, en 2 sesiones indoor intersemanales, más el rodaje extensivo del fin de semana sirve. A lo mejor no llega para hacerme explotar el 100% de mis posibilidades, pero me sirve. Eureka!!!!.

La carrera la llevaba bastante bien hasta el Trisur. Pero para preparar un IRONMAN?. Con perspectiva, tengo una cosa clara, un dato objetivo, el último mes y medio cumplí con la salida larga a pie, y también fui bastante regular en las transiciones largas, pero el ser excesivamente conservador me hizo dejar a un lado la calidad. Yo no me planteaba correr la maratón a 4 min/km. Pero para correrla a 5 min/km hay que entrenar a 4 min/km algunas veces. El último entreno puramente de calidad fue el Triwhite. Un olímpico a mediados de Mayo. Y punto. Hasta ahí el caballo de Santiago es blanco. Puestos a elucubrar, quizás empecé demasiado tarde con las tiradas largas a pie. No me refiero a que desde Enero tendría que haber hecho una sesión de 2 horas todas las semanas, pero 1 cada 3, bien engarzada en el conjunto, a 5:30 min/km..... uhmm!!!..... no se, no se.... Tu hazlo así Tomás, y me cuentas.

Resumiendo, concluyo que la natación que hice es la que tenía que hacer, pero que quizás no es la que debiera haber hecho. ¿Cúantos habeis releido esto último varias veces?.... jajajaja. Es la que tenía que hacer para seguir adelante, sobreviviendo contento en el entrenamiento, porque estaba convencido de que era lo mejor, y así lo sentía. Ahora, ya se que me faltó salpimentar. Este puntito es el que a mi parecer diferencia el tener que y el deber. Espero que para la próxima, la distancia entre lo que tengo y lo que debo hacer sea más corta, o al menos eso intentaré. La bicicleta por ahora se va a quedar así. Poco margen de mejora creo que tengo con el tiempo que puedo emplear para entrenar, sobre todo, de lunes a viernes. Confio en poder crecer poco a poco sobre la base adquirida, y que haciendo lo mismo, el rendimiento sea cada vez un poquito mejor. Y en la carrera a pie, al igual que en la natación creo que me faltó, no sal y pimienta, sino curry y comino. Más pique. El sabor lo conseguí, aunque 3:57 pueda parecer mala marca, pero eché en falta esa fuerza extra que te dan las series, o al menos el trabajo interválico, y que por prudencia, semana a semana fui dejando a un lado. Pero oye, a mi me gustaría ver a más de uno a falta de cuatro semanas haciendo 4 x 2000. Dejadlo, que yo me contesto. Uno no, seiscientos y pico que entraron por delante de ti. Dejadlo, que yo me replico. Cabrón!!!!. Dejadlo, que..... bueno seguiré esta conversación conmigo mismo en privado.

El dia 7 de Julio empezó el dia 6 de Julio. El azar, disfrazado a modo de germano vestido de arbitro, y mi dejadez como guinda del pastel, hicieron que el sábado previo a la prueba se llevasen parte de la tensión y los nervios que le correspondían por derecho propio a esa noche, y a las horas que anteceden a la prueba. Ya lo he referido, y lo reitero, si una virtud tengo a la hora de entrenar/competir, es la de adaptarme a las condiciones, a las contingencias. La de sobrellevar bastante bien los problemas que se plantean en el camino. Sin embargo, el exceso de esta virtud es mi principal defecto. Hacer una costumbre de ese mimetismo con el problema, y añadirlo a la rutina postergando soluciones, termina por aumentar la dimensión de esa dificultad. Un mes entrenando, con salidas de hasta 150 kms. de bicicleta con el apoyacodos izquierdo roto por la mitad es un ejemplo. El que se rompa un dia es normal. Que lo pegue, y pueda salir el fin de semana siguiente, se me vuelva a partir en el km. 80 y haga otra vez 40 kms. con el brazo  encogido y teniendo que encogerlo cada vez que había un bote, si me apurais, también. Prolongarlo 40 dias, no. No porque además, el que hace 40 ya salgo directamente sin poder pegarlo porque no adhiere, y en un bote por poco me como el mollete en forma de trigo en la cuneta.

Lo cierto es que la potencia la llevaba tocada. A mi me servía. Un bote, se bajaba el manillar. Reverencia al socavón del firme. Honores al imperfecto estado de la red de carreteras secundaria nacional. Jalón para arriba, y a seguir. Oye, todo tan normal. Ya mecanizado. Pura rutina. Claro, para mi. Al pasar la bici a boxes, un heredero de Conan, Züsmuerten de apellido, mira el casco, los frenos, se agarra al manillar, se acopla, empuja, y se postra ante mi. Reverencia al canto. Honores a Selu. Danke, picha. Danke. El tio se yergue, me mira, y con la cara del que va a una boda y le ponen de primero papas asadas con mojo picón, sin acritud Octavio, me señala el puesto del mecánico. Horror. Yo sabía que lo de la potencia iba a tener mala solución porque una potencia de carbono chinarelli no se arregla, se tira, es como un marcapasos de plastilina, un timo que nos vale hasta que no nos vale. Lo malo es que casi no llegan a valer. El mecánico para colmo era bueno. Bueno de verdad. Hacía y deshacía con las cabras del taco como imagino que Miguel Angel haría y desharía con los bloques de mármol que a su taller llegaban. Marco. Un portugués con 6 idiomas en su haber. Le escuché hablar en 5. Portugués precisamente no. Los portugueses no tienen euros para estas pruebas. Como los griegos. Y como nosotros. Pero los españoles aun tenemos la tarjeta de crédito, aunque cada vez valga más el plástico de la misma que lo que tenemos en la cuenta. Total, que el tio ve que el problema es que las hembras donde se alojan los tornillos de la tapa de la potencia se han roto, están sueltas. En los dos tornillos superiores solamente. El carbono que recubre esa parte se ha volatinizado, y cuando se aplica la máxima fuerza a la tapa de la potencia para terminar de fijar el manillar, esas hembras empiezan a salirse. El manillar queda firme, pero los baches hacen que ceda. Marco extrae ambas hembras, encola con pegamento de contacto, y vuelve a introducirlas con sumo cuidado. Un fornicio con sigilo y mi expectación envolviéndolo todo. Entra una. Entra otra. Y listo. Espérate aquí una hora a que seque y vemos. Si no, potencia nueva. Eahhh!!!!. Alegría al cuerpo. Mis compañeros estuvieron allí en todo momento. Sus bicis ya estaban en los cajones respectivos, dormían la siesta tranquilas junto a las conciencias de ellos. La mia, al contario, guardaba una vigilia expectante dubitativa entre el perdón condescendiente, él es así, o el autogarrotazo sin remedio, por capullo. Una hora. Sesenta minutazos. Sesenta manotazos, cojones, me tendrían que haver dado. Y el haver con "v", para que duelan el cachete y la vista. Sin embargo a ellos les tenía que ahorrar esa hora, larga a la postre, de sufrimiento y espera en el paritorio, así que les dije que se fueran al lago a nadar como era nuestra idea original, y que no se preocupasen. Que ya aparecería yo por alli.

Y allí me quedé. Solo en Cannes. En la alfombra roja del paraiso de las bicicletas. Hasta ese momento no fui verdaderamente consciente del nivel que allí había. En material y lo que no es material. Cada vez que pasaba una bicicleta, y llamar a esas cosas bicicleta es como llamar a Rachel Bunchen mujer, cuando se le debe decir diosa, miraba de reojo a la mia, allí postrada en un pie metálico, desvencijada, mal limpiada, con el manillar colgando en un ademán de sumisión que le supongo al reo condenado a muerte minutos antes del fatal desenlace, y pensaba en Alfredo Landa, que en paz descanse, nominado a los Oscar de Hollywood. Ruedones de marca. Cambios electrónicos. Cuerpos con menos grasa que unos chicharrones de grillo. Horroroso. Una bofetada de economía europea disfrazada de triatlón al poder adquisitivo español. Apareció Marino, el "Vanheocukekaker" ese, al que cuando lo bautizaron y el cura iba a decir su apellido carraspeó, y además en belga, que es peor. Y digo belga y no flamenco porque en esto último se hubiera llamado Marino "el napia", y no Marino el innombrable. Total, que apareció, y a mi me pareció medio Marino, el corredor supuse que era ese, porque la parte ciclista y nadadora os juro que no la veía por ningún lado en ese escueto y alargado cuerpo. También apareció Pete Jacobs. Y bueno, allí estaba yo. Prestado del Quijote a una novela de Asimov.

A la hora y cuarto, o y media a pareció Sergio. Me debió ver la cara de un mulo mojado, con menos brillo que una vela en un estadio de fútbol en un partido nocturno, más apagado que un reloj de sol, más.... y me dijo, dame la mochila y vente a tomarte algo con tus hermanos, "levántate y anda". Gracias Papi. De verdad. Un powergel líquido, una broma y media, y a volver a por mi mente, que estaba en la bicicleta. Un mojón como Chicago. Mojón.... Chi-cago..... eh?, bah!!!, dejadlo ahí. Tras apretar los tornillos el manillar estaba peor. Así que recurrimos al sentido común. A la lógica pura. Al dos más dos son cuatro. Bueno, no así del todo. Me explico. Para un hijo de la gran Germania dos más dos son cuatro. Para nosostros dos más dos son: cinco de cara al exterior, "no soy bueno yo, ni "na", eh?", pero en realidad son tres porque dos me los he quedado by de face. Traducido resulta. Cónclave de la expedición jerezana. "Mira, picha, vamos a dejarlo como estaba, lo apretamos todo lo que podamos, e intentamos pasar la bici por la gachi esa que está con el del flequillo que tiene pinta de Lucky Lucke pero sin luck ni look, yo le doy palique a los dos, y cuando vayan a trincar el acople empujo la bici y les cuento el de la monja y el piloto". Osea, el Lazarillo versión triatleta en apuros. Y claro, como es lo que sabemos hacer, pues lo hice. Y coló. Faltó que me hicieran el coro Kino, Lole, Sergio y Antonio: "Se coló Colón, se coló Colón, se....".

Ante todo gente seria. Consciente Sergio, convencido yo, bueeeeeeno, medio convencido yo, que en ese estado el manillar era un riesgo decidimos comprar una potencia nueva, y arriesgarnos a cambiarla la mañana siguiente en boxes, una hora antes de que empezase la prueba. "Cualquier manipulación de la bicicleta una vez pasado el control de entrada en boxes, será motivo de descalificación". Decía una de las normas. El acróbata lo intentará ahora con las manos en los bolsillos, una bolsa de Carrefour con dos sandías de 5 kgs. en la boca, una avispa en el culo, su suegra rajándole a un lado, su mujer comiéndosela al vecino al otro, y su hijo diciéndole que es del Cádiz C.F.

Vuelta a la feria del corredor. Stand de Cervelo. Nos hacen el favor de llamar a una tienda, a unos 2 - 3 kms. de allí. Ok. Pero cierran pronto. Zumbando. Lole, Sergio y yo. Otra vez Sergio. Siempre está él, ¿verdad Kino?. Vini, vidi, compra. Son las 16:00 de la tarde. Estamos rotos. Pago el taxi, y al sacar la mano del bolsillo llevo tensión, no monedas. Nos relajamos almorzando con 2 cervezones de 0,5 litros y a descansar.

Es de noche. Aun. He descansado bien. A pesar de los pesares he dormido, no a tumba abierta, pero si a tumba encajada. Me visto rápido, cojo los habios de matar, le doy un beso a Mar, y hacia el hall. De allí al bus. En bus al lago. Entramos en boxes. Todos nerviosos. Los 3300. 3298 por la prueba. 2 por el desenlace que la operación potencia fuera o fuese a tener. "Tú ve aflojando aquí que yo aflojo aquí. Aguanta. Pon esto aquí. Aguanta." y detrás dos jueces viéndonos cambiar la potencia y reseteando toda su formación para ver en que capítulo ponía : ".... si un participante se pone a cambiar la potencia de la bicicleta.....". Eso no lo contempla nadie. Supongo que estarían más cerca del estupor que de su obligación a sancionar dicha manipulación. "Criaturitas españolas". Para alguien que va a correr con el eslabón perdido de las bicis de contrarreloj...... Me cagon´tó que salió bien. Y la resucitada a partir de una molécula conservada en ámbar pasó a 841 bicicletas fashioned con más dinero encima echado que Bárcenas cuando va a Suiza. Bueno, cuando iba y cuando vuelva a ir, que volverá a ir. La cosa salió bien. El manillar se quedó ligeramente doblado pero bueno. Al fin y al cabo, yo me adapto a todo, ¿no?.

A las 6:55 el himno alemán. A las 6:59 un tic tac anunciando la cuenta atrás. Todo por megafonía. A lo grande. A lo alemán. Nosotros al lado izquierdo. Trien, dosen, unen.... Yaen!!!!. Salida recta y además, mientras el resto de los participantes empezaban a nadar, nosotros aun progresamos 15 mts. con el agua por las rodillas. Que pena que no se obrase el milagro completo y pudiésemos llegar así al menos hasta la primera boya. Sergio que nadó a 1:30 el 100 pudo hasta haber hecho fotos del tinglado, pero Kino, Lole y yo, a 1:45 - 1:50, fuimos absorbidos por el grupo en cuestión de segundos. Allí la gente aprende a nadar antes que a caminar. Allí no echan los dientes, echan manguitos. Y algunos palas y aletas. Se ve que disfrutan de los anagramas y en vez de andar, aprenden a nadar. De hecho, seguramente, una vez que saben nadar desarrollan la habilidad de correr como respuesta a la necesidad vital de nadar, y poder satisfacerla lo antes posible. Se llega antes corriendo que andando, ¿o no?. Todo hay que explicarlo, hombre. Andar, lo que se dice andar, yo creo que no saben. Caminar, pasear..... que no, picha, que no. Allí todo el mundo corre, o va en bici, o está sentado en el parque pelando la pava, o pelando el kebha para comer; porque almorzar, lo que se dice almorzar, yo creo que no saben. Almorzar, tapear...... que no, picha, que no. Allí todo el mundo ingiere, o traga, come o se alimenta para subsistir, porque vivir, lo que se dice vivir, yo creo que no saben. Reirse, relajarse..... que no, picha, que no. Allí todo el mundo...... Claro ejemplo de bucle sin fin, o nueva forma literaria muy utilizada en los discursos de los políticos, eh?.

Me abrí a la izquierda. Como el UPD. Pero poco. Como el UPD. Y me quedé solo. Como UPD. O casi. Buena natación hasta que faltaban unos 150 mts. para la primera boya. Boyón, más bien. Una plataforma neumática de unos 3 x 3 metros con 2 tios encima, uno vestido de click de Playmobil buzo, y otro de click de Playmobil voluntario de Ironman. Más tiesos que un arenque ahumado en la puerta de una venta de carretera. Expectantes al principio. Chorreantes por pernil a la postre. Poco a poco me voy dirigiendo a la misma, introduciéndome en la nube de pirañas con sigilo, como cuando ibas a una fiesta de instituto sin entrada dispuesto a aprovechar en empujón de la masa para pasar gratis mientras el coro te cantaba: "se coló Colón, se coló Colón". Una patada en la cara me descoloca las gafas, y de paso la respiración. Me las pongo bien rápidamente, y sigo. Me acerco a la boya, hay dos filas de nadadores antes que yo. Sin nadar. Erguidos. Sostenidos por la flotación del traje de goma y el leve aleteo que sus manos le proporcionaban en el cuarto de metro cuadrado que a cada uno le correspondía en aquel carajinal. El camarote de los hermanos Marx era el desierto del Sahara comparado con aquello. La gente, sin posibilidad de nadar, intenta sortear la boya agarrado a ella, pero ésta, se ve que asegurada en un solo punto, lo que hace es girar. Al principio lentamente, pero a medida que iba llegando gente a la fiesta, más rápido. Y también empieza a oscilar, bascular.... No llega a zozobrar porque el click voluntario, armado con un remo, y desde la posición ventajosa que le dan las almenas de la fortaleza empieza a ponernos tiernos a los pulpos que allí habiamos arreguinchados a la misma. Ahora el aceite hirviendo. Tus muertos. Caaaaaaabrón!!!!!. (Vease YuYu, Carnaval de Cádiz. Chirigota de los "cabrones", entiéndase, "Los últimos en enterarse"). Afortunadamente oigo la voz celestial de la cordura. El sentido en el sinsentido. El Espiritu Santo. El, el, el..... El Lole diciéndome, " ¡¡¡¡Selu, picha, por la izquierda, por la izquierda!!!!".  El de la piragua parece que también lo escucha, lo entiende, lo asimila, y cede. Todo esto es un milagro hacerlo en cuestión de segundos para un auténtico bávaro, sobre todo cuando le habrían dicho 3300 veces "la boya se pasa por la derecha, por la derecha", una vez por cada uno de los que íbamos a pasar por allí, pero mira, ligero de entendederas, seguramente con algún antepasado español, comprende que de vez en cuando es mejor ceder al mal menor para evitar uno mayor, y empezamos a pasar por la izquierda. El resto de la natación es lo de siempre. Velocidad de crucero y punto. Los primeros 2100 me salen a 1:57 el 100, y los últimos 1700 a 1:53 el 100.
El 16??  del agua en 13 minutos largos. Vale, me lo quedo.


Transición creo que bastante decente y a disfrutar. En 1:18 en la bici cuando esperaba un 1:15. Bien. En la bicicleta me esperaba un paseo majestuoso sobre Frankfurt y sus aledaños. Oye, y así fue, pero los primeros 20 kms. me descolocaron un poco. Sabía que la gente salía del lago escopetada. Y que el tramo de autovía hacia Frankfurt lo hacían follados. Pero bueno, suponía que mi follado iba a ser superior al de muchos de ellos, cosa que no fue así. Desde el principio pensé en la carrera en su conjunto. Por eso no llevé ni cuentakilómetros ni reloj. Solo pulsómetro. Entre 130 - 140 debería moverme en la bici, y entre 140 - 150 en los repechos. Y así hice. Desde el kilómetro 1. Desde el metro 1. Total que esos 20 kilómetros se ve que la gente sujeta menos la adrenalina y le da al pistón con ganas, y yo por allí, empezando a asustarme, porque pensaba que lo de guiarme por el pulso no iba a ser buena idea, e iba a tener que subir el rango de trabajo a falta de referencias cronológicas. Sin embargo es pasar por meta, coger una carretera de un solo carril por sentido, y empezar a sentir el viento en contra. Oye, como mola esto, ¿no?. La gente empieza a calmarse, a tranquilizarse, a ¡¡¡joderse!!!, y ¡¡¡zasca!!!, uno, dos, tres..... adiós, adiós, hasta luego, recuerdos, autógrafos luego..... Jo,jo,jo.

Sin embargo, el camino de rosas está en otro sitio. El Ironman no es mal camino, pero siempre hay baches que sortear. En torno al kilómetro 30 sufrí un contratiempo del que pensé iba a escapar peor, pero por fortuna, supe reponerme y salir indemne. Al pasar por The Hell, un repecho de adoquines que tuvo que hacer alguna escuela de albañiles el año de Maricastaña, los botes que daba la bicicleta, algo parecido a los que daría la primera lavadora que se inventó si aun funcionase, hacen que pierda todas las sales. Todas las capsulitas con mi sodio, mi potasio, mi tesorooooo, al suelo. La idea original era alimentarme con los 4 botes de hidrato líquido que llevaba, tomar sales cada hora, y agua e isotónico de la organización según me viese. La primera de sales la tomé. Al echar mano de la segunda me di cuenta de que allí no estaban. Sobre la marcha cambié de planes, suplementaría con más isotónico y geles para paliar esa carencia de sales, y ya en la maratón recuperaría las sales, ya que había dejado 4 cápsulas en las zapatillas de correr. Sobre el kilómetro 70 un bache se lleva un bote de hidratos. Coño!!!!. Aquí no conocen el MOPU?. A pesar de todo la cosa marchaba.



Por la mañana, a pesar de que en el guión original no entraba utilizar la bolsa del kilómetro 100 de bici, la dejé con un par de sandwiches y algún pastelito. Por si las moscas. Mano de Santo. Como la de Romay. Me tomé el emparedado de jamón serrano y Gloria bendita. no iba mal, pero ese par de minutos erguido, terminando de subir el repecho tras el segundo paso por la cuesta de los pelotes, zampando, moviendo el bigote, tragando.... ¡¡¡Uhhhmmmm!!!. Me debería haber tomado los 2. En fin. Hasta el 180 sigo pasando gente. En pulso. Cada vez más secos. Más fuertes. Mejores bicis. Me crezco. En torno al kilómetro 110 otro bache hace que el apoyacodos derecho se doble, bastante. Se me queda en 45º. Pero aun así voy de escándalo. En un tramo de falso llano me echa cojones un rubicundo sobre 5000 euros en material. Te paso, me pasas, te paso, me pasas. ¿Ahhh, si?. Vale. La carretera gira a la derecha, el aire en contra del todo, le tomo el rebufo, le paso cerquita, levanto el brazo derecho y le señalo el apoyacodos doblado, pongo de nuevo el brazo y me voy a las 155 pulsaciones. El a lo mejor no sabía que le estaba diciendo. La traducción es "dame a mi tu bici que me la merezco". Llego a Frankfurt.

Transición de manual. Me quitan la bici. Cojo la bolsa. Casco fuera mientras corro. Las zapas se quedaron en la bici. Cojo las babuchas, las sales, guardo el casco. 1:37 y a correr. Veo de nuevo a las niñas. Me siento estupendamente. Por fin una referencia horaria, 6:35, uahhh!!!. Si corro en 3:30 me cuelo en meta rondando las 10 horas, y corriendo en 3:45 sobre las 10:15. Aun en 4 horas estaría en 10:30. Corro, corro, corro. El planteamiento es el mismo. Correr rondando las 140 pulsaciones e ir viendo como marcha el cuerpo. Los primeros kilómetros voy muy bien. Incluso me tengo que frenar. El calor, rondariamos los 30º, no me afecta. Esponja a la nuca, aguantada por el mono, algo de líquido y algún gel, y poco más. Hay 5 kilómetros con el aire en contra y el sol de espaldas que son muy cómodos de negociar. Del 7,5 al 12,5; 18 al 23; 28,5 al 33,5 y 37,5 a meta, con el aire de espaldas y el sol pegando de frente, duele, hace pupa. El primer paso por meta, con 10,5 kilómetros a la espalda, me hacen pensar en la campanada. Voy muy fresco. Pescado del dia. En el crono de entrada a meta veo el tiempo, y a pesar de haber parado en varios avituallamientos, había uno cada 2 kilómetros, la vuelta ha salido en unos 53 minutos. Clavados los 5:00 el kilómetro. Solo 3 vueltas para la gloria. Solo 3 cucharaditas para el helado, niño. Por papá, por mamá y por el hermano. Vamos. La segunda vuelta me pego a los talones de una germana. Menuda ella. Del Eintracht, el equipo local. Buen ritmo. Me lleva a 145 pulsaciones. Zancada breve, pero buen ritmo. Lleva una vuelta más que yo, y se que esa rueda es la buena. Demasiado. La engancharía en el kilómetro 12,5, y la aguanté hasta el 18, justo cuando a mi me daban la segunda pulsera y a ella la tercera. No se me escapó porque ella acelerase, o porque yo aminorase. La germana pasaba por los avituallamientos como el levante por Valdelagrana. Como los pros. En el rengue justo después de coger las pulseras me toma 20 mts. En el rengue 2 kilómetros más adelante otros 20. Adiós amor de mis amores.



Segundo paso por meta. Aun voy bien. 20 kms. y continuo en pulso. Veo el crono y pasó algo más lento. Pero voy de sobra y sobrado. Pero oye, es pasar a las chicas, saludarlas, pasar el 21, y catacrack!!!. Se acabaron los rengues. Directamente a pasar la noche en Marismillas. Bajón. Es como si eres un niño, la noche de Reyes te levantas a hacer pipí, y pillas a tus padres poniendo los regalos, y además, en un arrebato propio de los anises de la época y las acostaderas de los churumbeles, los trincases fornicio súbito junto a tu galeón pirata de los clicks. Pues igual. Rejón. Paro en el avituallamiento, y lo confundo con un bautizo. Agua, agua, agua, agua. Bizcocho, bizcocho, bizcocho. Bizcocho de fres, bizcocho de fresa, bizcocho de fresa. Galletitas saladas para el camino. Coca Cola. Isotónico. Isotónico.Y uno último de agua, para echarlo abajo todo, hijo. Anduve. ¿Tiempo?, poco. La unidad horaria a partir del kilómetro 20 de la maratón del Ironman no es el minuto ni su fracción el segundo; es el gel y su fracción el vaso de agua o isotónico. Todo el mundo se para y anda hasta que se termina el gel y el agua. ¿Cúanto andaste?, un gel y dos vasos de agua, y me puse a correr.... a correr. Jaaaaaa. Todo a partir de ahí cambió. Anduve poco,  de verdad, pero correr.... Del kilómetro 23 o 24 al 27 o 28 me puse al rebufo de, "son tus perjumenes mujer, los que me sulibellan" , seguro, seguro, que no se escribe así., otra alemana.  Más larga ésta. Más lenta. Pero a mi me distraía. Y lo mismo. Al pillar la tercera pulsera, ¡¡¡zas!!!, me dejó como a un perro feo en verano. Tras 4 kilómetros angustiosos, con el sol diciéndome "hazle caso al Grillo, a la corta, a la corta", y yo contestándole "si, picha, a la corta. A la Corta a comer angulas", entiéndase la barriada rural de la Corta, famosa antaño por las angulas que allí se comían a no muy excesivo precio, cuando el Guadalete era un rio y yo un crio, tras ese angustioso cuatromil, llego a meta y pienso que a la siguiente se acabó. Por supuesto todos los avituallamientos son una bacanal de líquido y más líquido. Geles no me apetecían, bueno si, el Geniol postcarrera en mi duchita de mi alma, ese si, pero de estroberi con sus muelas, y sus muertos con banana, nasti de plasti. Más comida tampoco. Solo guasa (agua en alemán), que tiene guasa la cosa, guasa con gas, que beben allí,  iso (isotónico) y cola (Coca Cola). Siempre la misma retahila. Guasa, guasa, guasa. Iso, iso, iso. Cola, cola, cola. Y yo Gluc, gluc, gluc.... Más seco que el higo de una momia. En fin. Que solo 10,5 kilómetros para terminar. Miro el crono. Tardo un kilómetro en interpretarlo. Tres en hacer los cálculos. Otros dos en recalcularlo para ver si el cálculo anterior estaba bien calculado. Otros tres en reinterpretar el recálculo. Venga, a por ello. Si corro a 4:00..... Cáspita!!!!, pegaba un taco pero con lo del higo de la momia tan cerca como que no, si ya estoy aquí!!!!!. Ultimos metros. Busco a Mar. La veo. Tiene el capote. Me lo da. Por fin. Me lo pongo como capa, a lo Superman, y corro buscando la meta. Unos 150 metros faltarían. La gente me lanza oles dignos de las Ventas, y algún bávaro se atreve con el torero, torero. Ultimos 25 metros. Recta final. Mi nombre, soy yo. You are an.....


Stop. Quietos. Falta algo. Antes de que el chip diga que Selu ha llegado, que ya pueden sacar las tarrinas de chicharrones y el queso picamente en la postmeta, me detengo, torero. Me quito la capa de los hombros. La prendo del brazo izquierdo de forma distraida. Petulante. Uno las piernas. Levanto el brazo derecho y abro la palma de la mano. Media grada agradece la sombra. Traslación taurina bajo el arco de meta. Los voluntarios se rien. Me rio hasta yo. "Al público de Frankfurt por sus ánimos, su empuje, su entrega. Por hacernos sentir especial a cada uno de nosotros. Del primero al último. Llamándonos por nuestro nombre. Admirándonos por lo que haciamos, tardásemos lo que tardásemos. Con respeto. Mucho respeto. Pero con alegría. Más que respeto. A todos los españoles que allí había. Españoles de España. Sin banderas. Hijos del pincho y la jarra de vino de la casa. A Mar. Que esta vez no te he robado tanto tiempo, ¿eh?. Y a mis leones. Que esta vez no estuvieron con su papi, pero que volverán a estarlo en el Iberman. A todos. VA POR USTEDES". Y ahora si. Me faltó el rabo pero me gané las dos orejas, cojones. Me ponen la medalla. El dueño del tinglado se acerca, me da la mano, y yo le digo "congratulations for the Ironman". Se rie. ¿Me vio a mi o a mis 500 euros?. No lo se. Un voluntario se acerca y me pone una toalla al cuello. De Rafael de Paula a Rocky Balboa; si por la noche soy capaz de ser Nacho Vidal dono mi cuerpo a la ciencia. Entro en la postmeta. Me veo entrando de espaldas junto a mi cirineo de camiseta roja con el símbolo de la M y el punto en la espalda. Me veo irme. Alejarme poco a poco. Desaparecer dentro de los finishers. Sin embargo sigo en la meta. Esperando.  Inquieto. Ansioso. Mientras el cuerpo descansa el espíritu está preparado para la próxima batalla. No hay lugar a la tregua. El enemigo es fuerte y hoy le vencimos, pero volverá, y estaremos preparados. Esto es así. Así somos. Somos Ironman.