"Terror en los Alcornocales II. Muerte en Ubrique".

El lunes tocó descanso después la paliza del domingo. Piernas cansadas, cuerpo cansado, mente cansada....

El martes aun tenía secuelas de la transición del domingo, así que había dos opciones, una descansar, y otra, hacer la transición que estaba pensada pero bajarle el ritmo para que sumase pero no doliese. Optamos por lo segundo, y digo optamos porque también se apuntó Alberto que se encontraba en la misma situación que yo. Al final ida y vuelta a Gibalbín en 2h:15´, si, ya lo se, "tocatti di hovos", y luego 50´de carrera a pie por la carretera de Morabita.

El miércoles tocaba agua. No se pudo ir a la piscina así que aproveché por la tarde y estuve 1 hora nadando en la playa. Bien. Muchas algas, pero muchas muchas.... en algunos momentos llegué a parecer un Scotch Brite, aun así entreno al canto.

El jueves téniamos la segunda visita al P. N. de los Alcornocales, aunque esta vez lo tocábamos de pasada, y nos centrábamos más en lo que es la Serranía de Ronda. El recorrido partía de Ubrique, Cortes, estación de Cortes, Puerto del Espino, Algatocín, Benadalid, Atajate, Jimena de Líbar, Cortes y Ubrique. Un total de 85 kms. para un recorrido menos rompepiernas que el de la semana pasada aunque más exigente en cuanto a kms. de subida. Al final se borró mucha gente y solo fuimos 3 los valientes que repetimos convocatoria: Alberto, Alvaro y yo. Salida a las 6:45 de Jerez y a Ubrique a desayunar. Entre pitos y flautas eran las 8:40 cuando empezábamos a dar pedales, cosa que se corregirá la próxima vez, pero tranquilos, que no se adelantará la hora de la convocatoria..... pero eso del molletito y la charleta..... ya se verá.

Perfil del recorrido.

Nada más empezar, el Puerto del Mojón de la Víbora, sugerente nombre ¿verdad?. Dicen los lugareños que dicho pico debe su nombre a una bonita planta que nace en la cima y que desprende un olor muy parecido al del jazmín..... y yo soy Marcel Zamora.... jajaja. La verdad es que no se a que sedebe el nombre, pero a eso seguro que no. El puerto en si es de unos 7 kms. bastante tendido que subimos charlando tranquilamente. De ahí a Cortes, precioso, y vertiginosa bajada a la estación del mismo pueblo; aquí, tras un giro a derechas y pasar por encima del Guadiaro empezamos a subir el Puerto del Espino. Son 9 kms. de constante subida con rampas no muy exigentes pero que al no dar ni un metro de tregua se termina haciendo algo pesado al final. Ojo, no tiene ni 50 cms. de llano, todo subida, sin exagerar. Al llegar arriba giramos a la izquierda y dejamos al lado Algatocín, donde la próxima semana nos meteremos para hacer "el boquete", la carretera asusta y Alberto nos cuenta que ahí es donde La Sufrida se hace llamar así..... veremos la próxima semana. También pasamos Benadalid, y a 100 metros paramos a repostar donde os dejo unas fotos de la venta.

Calabazón de 33 kgs. que tenían en la barra de la venta.

Aquí los tres todavía con buena cara.

Alvaro en primer plano comiéndose un Maxibom que es donde está su secreto.

Después de repostar seguimos hasta Atajate y unos metros antes nos desviamos a la izquierda para bajar por una carretera espectacular hasta Jimena de Libar donde paramos en una fuente del pueblo para repostar de nuevo. Aquí os dejo una foto del la pared que teníamos delante, y podeis ver cláramente hasta donde llegan los árboles.

De la fuente bajamos un poco más y llegamos a un cruce que tomamos a la izquierda para enfilar lo que será el camino que nos lleve a Cortes de nuevo. Ahora sopla aire de frente, y aunque refresca en algún momento, la verdad es que más que nada incomoda en este tramo de continuos sube y baja. A falta de unos 3 kms. para Cortes la carretera pega un respingo y tenemos que meter todo, no seais mal pensados joder. Por fin llegamos a Cortes. 80 chicharras cantando m/2. Esta es la nueva unidad métrica de calor para los recorridos ciclistas que se hagan en pleno Agosto por la sierra: nº de chicharras que hay cantando por metro cuadrado. Aquí Alberto se acuerda de que tiene que comprar un regalo a alguien y nos mete por el piojito de Cortes. Momento de tensión el que vivimos, donde se ve reflejado el cansancio por los kms. y el calor, al entrar en abierta discusión Alvaro con Alberto acerca de que color era el más adecuado para las chancletas que había elegido este último. Al final no compramos nada.

Ultimo detalle de Cortes; vimos a unas cuantas lugareñas con unos cuartos traseros de subir y bajar cuestas.... en especial una que embelesó al Sr. Maxibom que no veais. La próxima vez tomo fotos, palabra.

Para salir de Cortes un último apretón de 3 kms. y venga, hacia Ubrique. Al final hacemos 85 kms. con un total de 4h:05´de pedaleo efectivo, luego me equivoqué en el pronóstico de su dureza pero no os preocupeis que lo compensaremos la semana que viene. Dos cervezas, algo de charla y para casa.

Por último, aquí os dejo un par de detalles de la bici de Alvaro, ahora que tan de moda está el carbono y todo esto.

El piñon más grande tiene menos dientes que Doña Rogelia, y cada vez que subimos una rampa dura el tio parece Steve Wonder de espaldas de lo que se mece sobre la bici. Es un 23.

La potencia de la bici es una alcayata reciclada de algún buque antiguo.

El viernes, y después de la paliza tocaba agua. A punto estuvo el triatlón real versión "chapuzas en casa" de aguarme el entreno, pero al final fui yo el que me agüe durante 1700 mts. que es lo que pude hacer antes de que cerrasen la piscina.

El sábado había una propuesta muy interesante del Ociosur para hacer un olímpico de entreno, pero como necesitaba hacer kms. corriendo opté por entrenar en Jerez con Alberto. Volvimos a hacer lo que está siendo la base del entreno para el Titán de este año, Gibalbín ida y vuelta y luego corrimos 13 kms. por Morabita.

El domingo triatlón real, preparativos de barbacoa 3º aniversario del nacimiento del enano, osea, cumpleaños del chico. Nada de nada.

Hoy lunes haré una transición larga de las mias pero eso ya os lo contaré la semana próxima.