Un año más.

Pues eso. Y van cinco. Sin premio, por favor. Si Dios quiere, que por ahora está queriendo, el 28 de Agosto, es decir, antes de lo que un peo llega a la nariz, y vaya por delante la disculpa ante tan soez comparación, pero es lo que tiene escuchar asiduamente a Don Carlos Herrera, estaré en la linea de salida de mi quinto triatlón de larga distancia. Mi quinta prueba multideporte de larga preparación. Mi quintaesencia en versión deportiva.

Esta vez opté por Vichy. En Francia, no en cataluÑa. Joder, ya se corrió la mayúscula y en vez de ser c ha querido ser ñ. Es lo que tiene ser signo de identidad de un pais. La querencia, hijo. Bueno. Especifico la pertenencia de Vichy al pais de la Marsellesa, porque todo el mundo asocia la ciudad gala a la marca de aguas, y no. Vichy Catalan es una cosa, y Vichy, a secas, aunque sea la ciudad europeas de los spas, es otra.

Me voy a Vichy porque como las uvas, es a final de Agosto cuando estoy para hacer buen caldo. Hay cosechas y cosechas. Todos los años no son iguales. Pero lo que si que es cierto, es que las uvas son de finales de Agosto. A lo sumo principios de Septiembre. Pero ya está. En ese aspecto soy una fruta. Esa fruta. Tengo dos meses para poder madurar. Para crecer. Para ser lo más jugoso posible. Y esas son mis fechas. La jornada intensiva, como buen autónomo que soy, merma mi bolsillo, pero al menos me ofrece la posibilidad de durante dos meses, poder entrenar casi como hacen muchos durante todo el año. El IM de Vichy es el último domingo de Agosto, así que todo está dicho. 

Me quedan algunos entrenos de calidad. Alguna pinceladita. Pero poco más. En mi intento por minimizar la preparación de esta barbaridad deportiva, este año, he reducido las tiradas largas de bici y carrera a pie. 145 kms. de bici y 22 kms. a pie. Esos han sido los valores máximos a los que he llegado. Creo que me ha faltado volumen, sinceramente, pero espero obtener frescura a cambio. A fin de cuentas solo me debo a mi mismo responsabilidades en cuanto a este jaleo, y este año la apuesta ha sido esa. Menos es más dicen. A ver.

Como siempre tengo ganas de que llegue el dia. Ese es el mejor síntoma. Mi cuerpo aun es capaz de chupar. Y el sábado tengo 4 horas de bici, y estoy deseando que den las 7:30 para darme un buen homenaje por encima de 30 km/h. Es lo que hay.