Menos samba y más trabajar.

Repasando la última entrada me he dado cuenta de que últimamente escribo más que entreno, y eso no puede ser. Así que esta semana menos samba y más trabajar.

El lunes, después de la carrera de Ecija, decidí tomármelo de descanso. Hice algún estiramiento en casa y poco más. Podía haber corrido algo porque la verdad es que estaba nuevo, pero preferí pecar por defecto que por exceso y me obligué a reposar. Las recuperaciones son cada vez más rápidas y mejores, y esto es bueno porque todos sabemos que el entrenamiento a pie es el que más desgasta de las tres disciplinas con las que trabajamos. Cuando el volumen de los entrenamientos de bicicleta y natación sean los propios de un triatleta, no como hasta ahora, gracias a esta buena recuperación y asimilación de la carrera, mayor será la capacidad que tenga para afrontarlos y compaginarlos con la propia carrera a pie, y esto facilitará el que me ponga más rápidamente al dia tanto en el agua como en la carretera.

El martes tocaba rodaje largo, y además aproveché para meterle cuestas de todos los colores. En principio intenté el entrenamiento por carriles entre viñas, pero el estado del piso me hizo volverme sobre mis pasos y completar el entrenamiento por carretera. Al final 1h:25 en los que al final terminé algo cascado, pero bueno, es lógico, entre domingo, lunes, martes y miércoles, había cubierto 52 kms., por lo que es lógico que algo cansado si que estuviese. Aun así colé una sesión de pesas.

El miércoles no corrí. Tengo que decir lo mismo que el lunes, es decir, que a pesar de que el martes terminé cansado, el miércoles estaba perfecto para correr, pero aun así, me obligué a descansar de la carrera a pie y guardar fuerzas para lo que restaba de semana. Lo que si que hice fue ir a nadar para hacer 2200 mts. variados.

El jueves vuelta a la carga con la carrera a pie, esta vez para un total de doce kilómetros con sesión de pesas al final. Rodaje tranquilo para acumular.

El viernes más carrera a pie. Otros doce kilómetros esta vez con cuestas y haciendo la segunda mitad del entreno a 4:30 más o menos. Buenas sensaciones.

El sábado tocó bicicleta de montaña. Salida de cuatro horas y media contando desayuno, tramos a pie, que hubo bastantes, caidas, conato de ataque perruno, fotos.... vamos, todo lo que una buena salida de bici de montaña significa. El pelotón de la jornada lo formamos Angel, Carlos C., Alberto, Antonio R., Carlos y servidor. A las 8:00 de la mañana, con la niebla aun baja, confiados por los tres dias de buen tiempo que habíamos tenido decidimos hacer la vuelta de Nueva Jarilla, Jédula, La Barca, Estella y Jerez. Pecamos de confiados. Aunque en principio parecía que la cosa iba a estar simplemente complicada, la verdad es que poco a poco se fue tornando en imposible, y antes de llegar a Jédula el tiempo se nos había disparado y estábamos de agua hasta las trancas. Barrizales impracticables por muchos sitios, y el hermano pequeño del Lago Ness como apoteosis final, hicieron que tras el desayuno en Jédula volviésemos por la via de servicio para no aventurarnos más porque ya habíamos hecho suficientemente el Miguel de la Cuadra por esos carriles de Dios. Aun así, nos reimos bastante, y aunque a veces me dieron ganas de mandar la bici al mismísimo mismo, la verdad es que fue un buen entreno.

El domingo tocó el rodaje largo de la semana. Veinte kilómetros para acabar la semana en sesenta e ir abriendo boca de cara a la próxima donde tengo que estar rondando los ochenta. Pepín, Rubio y yo fuimos los que pateamos la ciudad durante una hora y cuarenta y cinco minutos para empezar el domingo cansados. Al final me encontré algo pesado pero bueno, es lógico, más vale sentirme así ahora que no el 13 de Febrero, ¿o no?.