¿Qué quereis que os diga?. Me cuesta creerlo, mucho, pero por desgracia, se confirmen o no las sospechas, todo el mal ya está hecho. Hace pocas entradas os hablaba de nuestra Marta, la infatigable atleta palentina que con su cinta rosa prendida sobre la frente hace sonar el himno nacional en casi todas las pruebas en las que participa. Os hablaba de ella como ejemplo de coraje y de lucha, de pundonor y de sacrificio, le atribuía todas esas cualidades que un atleta popular debe tener, no ya solo a la hora de competir, sino de entrenar, de buscar huecos para ello, de hacer sacrificios, etc... porque esos son los valores que nos hacen ser como somos, lo que somos, una elite anónima que cada dia se merecería una camiseta técnica y una bolsa del corredor porque hemos encontrado la hora, el momento, el instante si me apurais, en el que poder nadar 2000 mts., correr 45 minutos o colar una sesión de rodillo mientras tus hijos en el sofá ven Pocahontas. Ese es el ejemplo que esa otra élite "comercial" debe transmitirnos.
Sin embargo, ultimamente, ese espejo donde mirarnos se está deformando, y el reflejo que debe darnos se está distorsionando. El "vale todo" se está instaurando peligrosamente en el deporte en general. Atajar, cortar camino, colarse..... eso es lo que nos están enseñando ahora. Donde tú no llegues, yo te llevo; yo y mis tejemanejes. Me imagino conversaciones en las que el preparador de turno compinchado con el galeno de pacotilla, ambos gurús en temas de "entrenamientos de última generación" y en conseguir el máximo rendimiento de sus pupilos dentro de la ley, su ley, van minando la moral de estos con cantos de sirena en los que sus rivales son unos tramposos que se dopan, y cuya moraleja no es otra que dópate y triunfa. Seguramente, también habrá pseudodeportistas impacientes, impacientes o incapaces, que busquen a estos profesionales del chanchulleo sanguineo y se pongan en sus manos para recibir esas transfusiones de honor y gloria que los harán pasar a la posteridad como saltadores de pértiga que volaron sobre el listón de la legalidad, y que no lo cayeron porque cumplieron debidamente con sus ciclos, y sus cuerpos fueron capaces de limpiar todo vestigio de trampa de su sangre.
Pero, ¿son los únicos culpables?. Ahora vamos a olvidarnos de nuestra condición de élite anónima, y vamos a repescar a nuestro yo dominical en sesión matinal viendo por la pequeña pantalla el cross de turno, o nuestro alterego de sobremesa estival delante del televisor visionando la enésima batalla final para la consecución del Tour, o nuestra mejor versión vespertina disfrutando de los mundiales de natación. ¿Qué es lo que queremos?. ¿Qué es lo que buscamos?. Triunfos, records, espectáculo.... ¿deporte?, no, eso lo hago yo por la mañana, yo delante de la caja tonta lo que quiero es que fulanito de tal, del pueblo de al lado, gane tal o cual prueba, y si además le da un baño al resto, pues mejor.... ¿Quién quedó segundo en el Tour de hace dos años?. ¿Quién quedó segundo en la última maratón de nueva York?. ¿Quién quedó segundo.....?. Devoramos triunfos, y ensalzamos a los que los consiguen valorándolos en función del número de estos que consigan, sin pararnos a pensar en el trabajo, oscuro trabajo, del que ha quedado en segunda, tercera o décima posición.
Pero a esos culpables hay que añadirles uno más. Quizás el peor de todos. Actualmente todo es un negocio, donde el "profit" es lo fundamental la mayoría de las veces. Exito es igual a gloria, pero también a dinero, mucho dinero, cada vez más, pero no por los premios que puedan llevar aparejados esos triunfos antes referidos, sino por esos ingresos adicionales, que en realidad son los principales, y que vienen de la publicidad en general. Conseguir un título es garantizarse unos patrocinadores que te van a reportar dinero, es lograr una beca que te va a garantizar un periodo de estabilidad económica en el que entrenar será la única preocupación que tenga el deportista, es dinero puro y duro, y esto a veces es más motivo que la propia victoria para que el atleta se vea obligado a traspasar esos límites de lo ético y legal y busque más allá de lo que sus capacidades le permitan el conseguir ese éxito deportivo.
Para terminar me gustaría dejaros un apunte, una idea inquietante que me ronda la cabeza. A raiz de este escándalo, muchos deportistas han mostrado su repulsa hacia este tipo de comportamientos, y varios de ellos han coincidido en una frase: "....se han comfirmado muchas sospechas....". A ver, me hablais de corporativismo encubierto, también, en el deporte, hasta el punto de saber que fulanito o menganito hacen trampas y no se denuncia. ¿No será que aquí todo el mundo está pringado, en mayor o menor medida, y nadie abre la boca nada más que para tragar píldoras?. Pero voy más allá, en un mundillo tan cerrado como debe ser la élite deportiva, y me refiero al círculo cerrado que forman méramente federaciones, entrenadores, médicos y atletas, donde todos se conocen entre si y se interrelacionan de una manera piramidal en la que las federaciones supervisan a los deportistas que a su vez eligen a sus entrenadores y estos tienen a su vez unos colaboradores como puedan ser preparadores físicos y médicos, esas federaciones que también ganan, y mucho, ¿no saben, no sospechan, no intuyen nada sobre esos profesionales?. ¿No tienen ninguna brizna de sospecha de que el entrenador tal, que es conocido por relacionarse con el médico cual, que a su vez tiene fama de gustarle tela una jeringuilla pueda ser perjudicial para ese grupo de atletas que está llevando?. ¿No se puede hacer nada antes?. ¿Es que hay que esperar a que la Guardia Civil desmantele un tinglado y recupere de la consulta de ese matasanos en cuestión el buffet para vampiros que tenía almacenado en la nevera?. Miedo me da pensar en que aquí se hace la vista gorda. Miedo me da pensar que aquí todo el mundo hace trampas. Miedo me da pensar que cada vez el deporte es menos deporte.....
Lo dicho. Que me cuesta creerlo. Aun no condeno a Marta, ni a Paquillo, ni a Contador, ni..... pero por si las moscas, toda mi admiración, pero toda, toda, se la van a llevar por el momento mi élite anónima y sus logros, como la vez que Pepín bajo de 1h:30 en Los Palacios, o las 9 horas y pico de Manu para hacer el Ironman de Frankfourt, o la 1h:25 de Alvaro en su media de Córdoba, o las 9 horas de Tomás en el Desafio, o el podio de Dani en la carrera de Garvey, o las 3 horas casi peladas de Antonio en Sevilla, o las 5 horas largas de Rubio, Alberto y Sergio, por este orden, en el Titán, o la última maratón de Traga en 3h:17, o los Ironman que colecciona David, o los de Ale, o .....
Buena reflexion selu!!!
ResponderEliminarA mi lo que más fastidia de esta historia es que también existe gente honrada en este mundo; atletas españoles que no se dopan y se dejan la piel en cada entrenamiento o ciclistas que hacen el tour de francia comiendo el potaje de la abuela aunque no consigan posiciones destacadas. Estos son los verdaderos deportistas y los grandes damnificados, los demás son sólo son yonkis de la fama y el dinero, así como entrenadores con poca vergüenza.
Dani
El deporte de alta competición no es DEPORTE....esa frase la dijo JESUS MORA en la facultad estudiando yo Educación Fisica y es la biblia.............
ResponderEliminarTomás
gracias por la mencion selu,menos mal que ibas a dejar un apunte que si no,jeje.llevas toda la razon y el nombre de tu blog viene que ni pal pelo para ilustrar lo que comentas de la elite anonima,los autenticos heroes son los que como yo y como tu se quitan horas de sueño para salir a entrenar temprano para poder estar con la familia,que se pone las mallas despues de 10 horas de trabajo y sale a correr sin importarle si hace frio,si llueve o ventea.
ResponderEliminarera un secreto a voces y algo se del tema ya que tengo amigos que han estado en la blume viviendo y entrenando y saben lo que se coce alli,a cesar perez ,el que metió a marta en los obstaculos le llaman el camello de la blume y siempre ha jugado con sustancias ilegales.
que cada palo aguante su vela y como bien dices muchos tienen que callar porque si se tirara de la manta iban a quedar pocos limpios.un saludo
Gran reflexión si señor¡¡¡¡¡¡Además esa élite anónima son la gran base del deporte, por su aportación económica comprando material, pagando fichas federativas, inscripciones, viajes, revistas, pagando entradas.....
ResponderEliminarSelu no dejas de sorprender a la peña si señor esa es la manera de ver el triatlon, sin nosotros no harian nada ni pincharse en las venas.
ResponderEliminarPD gracias por acordarte de mi en tu blog.Enciende el movil cojones
Perdon el de antes era yo.
ResponderEliminarRUBIOCKS
Estoy totalmente de acuerdo, tiene más mérito lo que hace un deportista popular por amor al arte, sin recibir nada a cambio, compaginándolo con su trabajo, su vida y su familia.
ResponderEliminarPor desgracia, los que caen en el dopaje suelen tener un nivel superior al 99% de la gente, pero no se conforman con eso y para quedar los primeros caen en este error y manchan su historial.
Saludos.
No pude evitar colar estos pensamientos porque, la verdad, el posible dopaje de Marta me ha dejado un regusto a decepción muy grande. De todas formas, nosotros a lo nuestro que ya tenemos bastante.
ResponderEliminarSelu, tú has pensado en trabajar como editor en un periódico, en la sección de Opinion? Macho, la has clavado, no será casualidad que sea asiduo a tu Blog.
ResponderEliminarPero ya sabes como esto:
- Nosotros, la élite anonima, necesitamos una motivación,
- Esta la encontramos en la multitud de deportes que aparecen (sobretodo) en la tele,
- El patrocinador se aprovecha de la tele, pero solo apuesta a caballo ganador,
- Toda la élite quiere ser caballo ganador para aprovecharse de las ventajas del patrocinio, y aquí es donde ha radicado el problema,
- Al final triunfa el capitalismo y pierde la élite anónima, como siempre; el caballo ganador solo está de paso,
Puedes buscar tu motivación en tí mismo, en tu última carrera, en tu mejor tiempo, en tu mejor forma de hacer las cosas, porque eso es lo que hacemos; intentar hacer las cosas de la mejor forma que sabemos.
Un saludo.