Empezamos.

Un mes de descanso después del Titán y.... jajaja. Eso no me lo creía ni yo. El sábado después del Titán ya estaba nadando, diez dias después he empezado a correr, y este próximo sábado me estreno en la bicicleta de montaña. Ya he empezado.

En cuanto al agua la cosa está tranquilita. Unos 2000 por sesión y una o dos por semana. Serán sesiones más bien de descanso de cara a las sesiones de carrera a pie.

En la bicicleta, por ahora, una sesión de bicicleta de montaña de entre dos y tres horas el fin de semana en plan tranquilo, nada de tirarme por un barranco ni de subir el pico de "sus muertos" por la cara b, más algo de calidad en otra sesión semanal de rodillo servirán, al menos hasta Diciembre. Ya en Enero tendré que empezar a meter kilómetros, muy suaves, de cara a los objetivos importantes del año, pero teniendo el debido cuidado en no sobrecargar demasiado ya que también serán las semanas de más carga a pie de cara a la maratón.

En la carrera a pie la cosa si que se va a poner algo más calentita. Sin forzar ritmos en exceso, haré entre tres y cuatro sesiones por semana que irán incrementando su volumen para llegar a Sevilla con opciones de disfrutar la carrera y llegar en torno a las 3h:30 a la meta. Esta semana he empezado con un volumen de 37 kms. en cuatro dias, y progresivamente espero ir subiendo kilómetros para en Enero estar en torno a los 78 kms. la semana que más kms. haga de cara a esa cita con la maratón. Para que la cosa no resulte tan aburrida, he diseñado un plan de entrenamiento a dos amigos que pretenden debutar en la próxima edición de la maratón hispalense. La cosa tiene su picante porque ellos se han apostado una comida con un tercer amigo a que la terminan sin andar, y si logran ese objetivo, en agradecimiento, ellos me invitarían a su vez a mi en calidad de entrenador que ha obrado el milagro.... bueno, no tan milagro porque la verdad, hay suficientes mimbres para hacer los dos canastos. Lo cierto es que nos jugamos manduca y bebitraques de primera categoría, y ya os digo yo que alguno va a ser capaz de terminarla haciendo el pino con tal de no pagar los condumios serranos y los caldos riojanos que nos vamos a pedir para tan especial pitanza, y es que cuando del yantar se trata, y más si es de balde, la gente es capaz de todo, sino al tiempo.