2, 30, 7, 5, 4, 10....

2, 30, 7, 5, 4, 10.... no es una combinación para la primitiva, ni los números que abren la caja fuerte que por cierto no tengo; no son la clave de ninguna maleta, ni de ninguna cuenta bancaria; no dan acceso a ningún búnker, ni tampoco abren ninguna caja de seguridad en un banco, no son combinación del euromillón, ni tampoco son la solución a un sudoku..... Esos números son los que me acompañan últimamente cuando entreno, y si me apurais, hasta cuando no lo hago. Están metidos en mi cabeza y no salen de ahí por nada del mundo. En cierto modo si son una clave, bastante arriesgada por cierto, y los tengo hechos los dueños y señores de mi cocorota desde hace tres o cuatro semanas. Esta secuencia numérica que parece desordenada es mi oscuro objeto de deseo, mi anhelo, es lo que hace que dos horas corriendo y cinco montando en bicicleta no sean aburridas, si no más bien lo contrario.

El 2 es el tope al que quiero nadar los cien en Mallorca. Debo estar por debajo de 2´:00´´ el cien si o si. Con neopreno, sin él, con olas, con medusas, con Bob esponja y Patricio dando guerra.... lo que sea.

El 30 es el tope mínimo al que quiero rodar de media sobre la cabra. Debo hacer una media superior a 30 km/h. Cuanto más por encima sin sacrificar la carrera a pie en exceso, mejor. Todas las salidas que hago, ya sean de 90, 120, 140, todas, van encaminadas a ese objetivo, y afortunadamente, por ahora, la cosa va saliendo.

El 7 son las horas que debo llevar de competición cuando de la primera zancada de la maratón. Es decir, natación + T1 + bicicleta + T2 = 7 horas o menos.

El 5 es el ritmo de la maratón. A 5´:00´´ el kilómetro. Que sencillo y que complicado a la vez. Un territorio inexplorado por mí sobre el que me hago las cuentas de la lechera sin saber muy bien de lo que hablo.

El 4 son las horas máximas que debo emplear en hacer la maratón. Me doy margen. A 5´ el km. estaríamos hablando de 3h:30´, pues hasta 30´minutos más me concedo para disfrutar de esa experiencia.

Por último el 10. Aunque será mi primera vez, y lo más importante será terminar, es inevitable hacer cuentas, y pensar en esos números que harían que esa experiencia fuese ya la repera. Y he te aquí que ahora, mientras monto en bici, mientras corro por el parque, me sorprendo a mi mismo entrando en meta bajo un arco cuyos primeros números son el 1 y el 0. Pues si, bajar de 11 horas, hacer 10:59:59 a lo David Márquez en Sevilla. Ese es ahora mismo mi empeño, siempre con la máxima prudencia y el mayor de los respetos a una prueba que devora atletas sin miramientos.

En cuanto a entrenos, me sigo tostando bien. Esta semana me han salido casi 17 horas, que no está nada mal para haber sido semana de carga a pie. La semana que viene rondaré las 20 horas si Dios quiere, ya que será semana de aumentar volumen en bicicleta y me iré hasta los 360 kilómetros en burra, con especial mención a las 6 horas o 180 kilómetros que tengo, perdón, que voy a hacer el sábado por la mañana; salida esta para la que ya me he buscado compañero de fatigas, y así contaré con la compañía, durante todo el recorrido, de Alvaro Ariza, al que lo primero que le diga el sábado a las 7:00 será, el primero que baje la media de 30, o el primero que saque la cara del manillar, paga el desayuno; tú y tu Spezialized contra mi carbunco chinero y el que escribe, vámonos que nos vamos. Jerez, New Harille, Gibalbín, Espera, Arcos, Jédula, Junta de los Rios, Paterna, Ctra. del Pedroso, Pto. Real, El Portal, Lomopardo, Estella, Torremelgarejo, New Harille y Jerez. Ya os contaré si fuimos capaces o no de hacer más de 30 kms/h.