Pues se acabó. La temporada 2009 -2010 se terminó, porque el Titán marca siempre el final de lo que es el año triatlético, al menos para mi. Ha sido un año complicado. Una temporada que empezó de una manera formidable, con un estado de forma magnífico, sobre todo en la carrera a pie, pero que a mediados de Noviembre se torció con esa inoportuna lesión en el isquio izquierdo, y ya me tuvo medio parado casi hasta Mayo. Para colmo de males, ante la imposibilidad de entrenar la carrera a pie, todos mis esfuerzos se centraron en la natación y el ciclismo, esto unido a la recomendación, creo que equivocada, por parte del médico que me vio en primera instancia, de colocarme un alza de medio centímetro en el pie izquierdo dieron como resultado un síndrome de la cintilla en la pierna derecha, y complicaba aun más el cumplimiento de ese objetivo en Tarragona a mediados de Mayo. Se apuró lo que se pudo, y en Marzo, cuando ya era evidente que así no iba a ningún lado, desistí en mi empeño por ser de la partida en el Ironcat, me centré en recuperarme, y lo confié todo al final de temporada, esperando que este Titán 2010 me salvara la temporada. Afortunadamente la cosa empezó a enderezarse, y ya en Junio la cintilla era cosa del pasado. Poco a poco empecé a meter carrera a pie siendo más conservador que la Margaret Tatcher, y la cosa parecía que iba bien. A mediados de verano terminé de darle un empujón al asunto en la clínica Beiman, gracias José Ramón y cia., y tras dos semanas allí, continué con los entrenos, afianzando la carrera a pie siempre dentro de unos límites que fueron el correr solo dos dias a la semana. Así llegué a la linea de salida el pasado domingo con bastante confianza en mis posibilidades, y con la intención de cumplir un objetivo, bajar de 6h:30.
La jornada empezó pronto, antes de lo que yo esperaba. El nerviosismo en el Selu´s team era evidente en las jornadas precedentes a la prueba, y esto se transformó en un madrugón de cojones por parte de mi entrenadora-castigadora de lumbares, mi hija de 1 año, que a las 5:18 de la mañana decide que es hora de tomarse un biberón y empezar a calentar motores para lo que iba a ser una larga jornada. Mi otro entrenador-castigador, el de hombros, brazos...., mi hijo de 3 años, decide también que es buen momento para otro isotónico lácteo de cara a la jornada que les espera, y mi team manager también decide que es hora de ponerse manos a la obra con un: -Anda gordito, hazles tú el biberón, que yo estoy molida.... Con ese calentamiento previo empieza la jornada porque ya no pude pegar ojo el resto de la noche. Un vistazo por la ventana para ver que había pasado con el aire que hizo el dia anterior, otro para ver como estaba el cielo de nubes, otro para ver si amanecía, otro para ver si ponían las boyas, un gallo cantando.... las 7:00. Me visto y bajo a desayunar. 4 tostadas con aceite, un café, y charla con un chaval de Estepona que también iba a hacer la prueba. Casi terminando aparece Alberto que también desayuna en el hotel. Charlamos un poco más y a las 8:30 a recoger todos los tiestos para marchar al pantano.
Hasta la carretera voy andando con la bici de la mano. Me da miedo bajar por el tramo de adoquines que desciende desde el hotel montado en la burra. Ensimismado me percato de que no estoy solo. Unos 50 mts. hacia laderecha, terraplen arriba, un caballo blanco de nacimiento, y negro de suciedad me mira impasible, pero impasible de verdad. Más quieto que el que tenía el anuncio del hotel Caballo Blanco del Puerto de Sta. María. Y en su mirada me decía: -"No te queda nada, picha". Por el picha deduje que sería de Cádiz. Bien empezamos. Todavía no he empezado y ya se me va la perola.....
Los boxes eran una plaza de abastos en hora punta. Todo un mercado de bicicletas, neoprenos, zapatillas.... y gente, mucha gente. Es palpable que ya somos 300 en la partida. A pesar de que se acerca el momento estoy tranquilo, a diferencia de otras ocasiones, las ganas de empezar son tantas que acallan ese nerviosismo ausente transformándolo en un ansia positiva por comenzar a nadar. Mientras me empiezo a disfrazar de sufridor voy saludando a todos los amigos que van a compartir esa experiencia que es el Titán. Rubio, Manu, Loren, Antonio, Alberto, Sergio, Lole, Toro, David, Fede, Manolo, Ale.... Otra familia, sin duda. Una vez montando el chiringuito toca embutirse en el neopreno. Lo estaba estrenando. No, no es broma; bueno, algo si. Tenía 500 mts. en la piscina del Activa, pero fueron tan buenas las sensaciones con él que decidí que el Titán 2010 sería su estreno oficial. El Seland Atts8 ya tiene una prueba en su cremallera. Despedida y cierre, fin de la emisión. Todos camino del patibúlo acuático. Una larga hilera de dobles de Batman huérfanos de capa echándose al agua uno tras otro. Desde Zahara, un largo collar con cuentas blancas de nácar de silicona que poco a poco se va extendiendo en el agua. Tranquilidad. Primeras brazadas hacia las boyas que marcan la salida y el neopreno es una segunda piel. Me gusto en esas primeras brazadas. Con el codo rozo las nubes y con la mano le busco las nalgas al agua. Cruzo tres palabras con el que está a mi lado, que tenía cara de estar amarrado al fondo y suena el cohetazo, por fin.
Natación limpia. Sin sobresaltos. Desde el primer momento consciente de que hasta la primera boya iría algo agobiado por la gente pero sabedor de que tenía que aguantar esa ansiedad sin pararme a tomar aire y empezar a perder minutos por aquí y por allá. Me sorprendo de la facilidad con que la marabunta gira en esa primera boya, y los pocos golpes que recibo a pesar de ir por dentro, solo falto algún: -"Por favor, usted primero". Así todo el recorrido. Una cadencia de nado lenta pero moviendo agua. Ya a partir de la segunda boya siempre con camino libre, y siempre entrando por dentro. Cuando me quiero dar cuenta estamos acabando, y de la penúltima boya a la salida siempre dejando atrás a gente. Podría haber nadado 1000 metros más que hubiese mantenido el mismo ritmo, no más, porque no se, pero si el mismo. Salgo del agua, reloj, 35´, cojonudo. Manu Lobato me dice que todos estamos saliendo más o menos igual, es decir, no ha sido un recorrido corto, sino que he nadado bien.
Transición tranquila. El neopreno cae como las hojas en Otoño y rápidamente tengo puesto el casco, el dorsal y las zapatillas. Cargamento de barritas. En el último momento renuncio a las gafas, los manguitos y los guantes, acerté. Salgo a la linea de transición, monto, y a la guerra. En la burra voy volando. Si tenía ganas de nadar, ya no os cuento las ganas que tenía de darlo todo en la bicicleta. Al salir me encuentro a Corchero que me dice: -"¿Y tú que haces aquí?", y yo lo interpreto como: -"Joder, que bien has nadado", más ganas aun. El planteamiento es claro, en la bici a tope, y solo aflojaré cuando las patas duelan. Paso a Antonio, a Loren, a Fenoy, a Sergio, a Lole y a Ale. Voy como una moto. Llevo el compact con el 21 y cuando la cosa se pone fea de pie y a echarle huevos. Subo, y llego arriba en 53´, desde el pantano, toma del frasco, Carrasco. Me cargo de geles, que solo llevaba 1 que me había dado Rubio en los boxes, y a seguir. Todo el tramo de Grazalema y Villaluenga lo hago bastante rápido, a pesar del aire en contra. De hecho, ese aire me cascó más que la subida a Las Palomas, pero había que seguir. La segunda referencia era la gasolinera de Ubrique, donde debía llegar en 1h:50 o menos, y en 1h:47´pasaba por allí con el ánimo encendido y unas magníficas sensaciones. Hasta El Bosque sigo dándole al pedal, pero en este tramo comienzo a notar molestias en el muslo derecho que empiezan a hacerme plantear la subida al 2º puerto de otra manera. La tercera referencia es el comienzo de subida al Boyar, donde debía estar en 2h:15´o menos, y allí me cuelo en 2h:10´, la cosa marcha, sin embargo el fuelle ha bajado bastante y cuando me pongo de pie en la bici el cuadriceps derecho me empieza a recordar que yo no soy Manumákina. Animos de Juan que estaba allí repartiendo geles y hacia arriba. La cosa no está para tirar cohetes, así que el 21 lo dejo para el año que viene y me paso al 23. Antes de 3 kilómetros siento en la espalda una mano, el hombre del mazo, pienso yo, ahhh!!!, no, Alberto, que viene de menos a más. Lo veo fuerte. Lo normal es que fuese por delante de mi, pero le he aguantado hasta ese punto. Hablamos unos metros, pero poco, porque poco a poco empieza a marcar su ritmo que ya no es el mio y a estas alturas cada uno sabe lo que tiene que hacer. Hasta Benamaoma aguanto más o menos bien, y en el falso llano incluso meto plano y aprovecho el terreno favorable. Pronto termina ese oasis y empiezo a subir la segunda parte del puerto. Son los peores momentos. Gel al coleto. En el primer giro a derechas duro tras el pueblo me encuentro a los hermanísimos, Manu y Mauri, dando gritos y de cachondeo, genios y figuras. Me llaman juerguista, trasnochador, y no se cuantas lindezas más.... ya os cogeré en alguna salidita, ya, os vais a enterar de lo que vale un loro, pájaros. Los dejo atrás y sigo hacia arriba. Llega el 25, Navidad. La cosa está chunga de veras y el cuadriceps derecho no para de dar morcilla. Subo otro piñón y regulo para recuperar en el area de descanso. Allí están Pepín y Almudena con la cámara de fotos esa que tienen que sacan a todo el mundo feo.... Pepín me anima y yo le hago señas de que el muslito de pollo derecho esta regular. Paso rápido y sigo adelante. La cosa parece que mejora y vuelvo a los tiempos del 23. Ya hasta la cima vamos haciéndonos pasadas un chaval de Almería y un camaleón de Sevilla. He mejorado bastante y en la parte final del puerto aprovecho que la pendiente es menor para ir más rápido. Consigo el objetivo de subir el Boyar en menos de 1 hora, concretamente por 2 minutos, y me lanzo hacia abajo para buscar Las Palomitas. Aquí, curiosamente, no sufro tanto. Desde el primer momento regulo y en el tramo duro pongo el 25 y subo de pie. Cima y para el pantano. Bajada rápida pero controlando. Aquí me pasa Sergio, al que le he aguantado casi todo el recorrido ciclista, lo cual me da una idea de lo bien que he ido, aunque también se que en la primera parte del recorrido Sergio acompañó a Lole durante bastante rato, pero bueno, aun así muy contento. Llego en 3h:45´, de muerte. Con la vueltecita que nos dieron para alcanzar nuestro box, más el rato de quitarme el casco, las zapas, etc... e hidratarme me voy a los 3h:50´de la clasificación final. Mejora de 20 minutos con respecto al último Titán.
Por ahora todo iba según lo previsto, lo cual es mucho para una competición en la que piensas estar en torno a 6h:30´dándole guerra al cuerpo. Pero claro, ahora venía lo más difícil. Tenía que aguantar como fuera durante algo más de 19 kms. un ritmo de carrera que me permitiese hacer el tramo a pie en torno a 1h:45´. Para cumplir el objetivo de las 6h:30 tenía aun más margen, pero, ¡¡¡Que demonios!!!, con la carrera que llevaba, ¿Por qué no apostar por el 6h:15´. Y aquí empieza mi particular camino de Santiago. Rápidamente diseñé una estrategia; parada a mitad de camino a Algodonales para tomar un gel y una botella de agua, lo mismo en Algodonales, otro tanto en esa primera parada volviendo de Algodonales y una última parada en el pantano. Así lo hice. 4 paradas, 4 geles, 4 botellas de agua. En la plaza de Algodonales, donde te cruzas con todos los participantes vi que la cosa no iba tan mal, porque todos iban igual de fundidos que yo, y la ventaja que me llevaban por delante Sergio y Alberto no era mucha; sabía que no los pillaría, pero me daba una idea de que mi trote no era tan lento como yo pensaba. De hecho, en los tramos llanos y de bajada, la musculatura me respetó bastante, y pude rodar por debajo de 5 minutos el km. Desde el boquete hasta la meta fue horroroso. Aun así adelanté a unos cuantos que ya iban para tirarlos por la borda. En este punto me pasó Ale, que se había repuesto de una mala bici y enfilaba el final de la prueba con bastantes ánimos. Como digo, hasta el final todo fue sufrir y acordarme de la madre que parió al que se le ocurrió inventar el Titán, os lo pueden corroborar dos chavales que estaban viendo la última subida y a los que les dije: -"...y que encima esto me haya costado 120 euros....". Menos mal que al final, cuanto más esfuerzo cuesta algo, más se disfruta luego, y por costar, el Titán cuesta tela. No importa como vayas de preparado, porque siempre irás al límite, y ese límite, cuando el recorrido es tan duro, te destroza.
El final fue lo mejor. Al tiempo de 6h:13 le tengo que añadir la entrada en meta con mis 2 hijos, que aunque muy pequeños aun, ya son titanes los dos, ella y él. Mi mujer, que también aguanta lo suyo es otra titán, y mis compañeros, los que ya estaban, por supuesto, y los que llegaron después más aun, también lo son. Son titanes todos los que fueron a animarnos, y los no pudieron ir también. Titanes son los voluntarios así como las gentes de Zahara y Algodonales que se vuelcan con la prueba año tras año. Y por supuesto, también son titanes todos los que se han quedado por el camino, y que ni siquiera pudieron estar en la salida, Pepín, Bellotatlon, Nutri....
Se termina una temporada que dará paso a otra, y ojala que a otra y otra más. Mientras que el cuerpo aguante, y el triatlónreal lo permita, aquí estaremos para superar límites y pasarlo bien haciéndolo, ¿O no?.
ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!! plas, plas, plas, plas( esto es un aplauso grande amigo...)
ResponderEliminarERES EL MEJOR. TOmás
Hola Joselu, adivina quien viene a te "blogear" esta noche? Tus little sister Marta (planchando una camisa africana) y Estefania (viva el queso!). Nos hemos "jartado" de reir con tu blog, que monisimos los sobrinos! Y tu estas para la portada del MAN!!! Que tipazo!!! Bueno, nos quedamos impacientes de leerte hasta la proxima!! Y....nos vemos dentro de poquito!! SELU IS SUPER, SELU IS POWER...SELU IS SUPERPOWER!!!!
ResponderEliminarQue bonito es saber expresar lo que uno siente por dentro, me encanta tu blog, sigue asi eres genial.
ResponderEliminarPd Ahora a por las mediaas maratones y a sufrir.
RUBIOCKS
Gracias Tomás. A ver si esta próxima temporada podemos escribir un par de crónicas de estas más, ¿verdad?.
ResponderEliminarJajajajaja. ¡¡¡Qué alegría más grande!!!. ¿Cómo habeis llegado hasta aquí?. Supongo que habreis puesto en el Google: "Triatletas macizorros con niños", o algo así ¿no? jajaja. ¿Qué me decís de los "minitriatletas" de la familia, ¿eh?. Violeta entró esprintando, y le sacó medio cuerpo a Joselu, ojo que aquí hay material. Espero que seais unas asiduas del blog, y tú, Estefanía, ya te quiero ver como seguidora oficial al igual que ha hecho Marta.
De toda tu entrada solo voy a cambiar una palabra, la última, y en vez de sufrir voy a poner disfrutar; primero porque hacer deporte con la gente del club es fantástico, y segundo, porque después del año pasado y sus lesiones, todo lo que no sea un objetivo claro lo voy a hacer en plan tranquilo y disfrutando.
Enhorabuena tio¡¡¡ pedazo de bici que te marcaste.
ResponderEliminarLa temporada que viene sin lesiones pegarás otro subidón seguro y serás sub 6h en el Titán.
Ya nos vemos por alguna carrerita
Hola superpower!!!
ResponderEliminarAqui la corredora mas enrollada de Suiza...tu little sister!! No te preocupes que me hago asidua al blog pronto!! Oye y si tienes Facebook metete en Geneva Runners :-) A ver si me llevo las Supernova a Jerez y me voy a correr con Violeta porque tu ritmo seguro que no lo puedo seguir!! ja, ja,ja,ja....Bss
Enhorabuena campeón. Todo un ejemplo de saber sobreponerse a las lesiones y de constancia y superación para conseguir ese tiempazo. Ya hay que hablarte de señor Don Selu. Además el año que viene serás un miembro de la gran familia pellejoman, digo Ironman, jejeje. 1 fuerte abrazo y espero vernos pronto en las multiples carreras.
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